Detectar qué preocupa a la ciudadanía -a partir de las encuestas de la Generalitat y el Ayuntamiento-, debatir en profundidad -a través de un abordaje pausado y poliédrico- y recetar soluciones -tanto a la propia sociedad civil como a la administración. Es la razón de ser de Barcelona Futur, el think tank centrado y enfocado en la capital catalana que se ha presentado este viernes y que cuenta con un cóctel de caras conocidas en varios ámbitos.
El consejo directivo, que encabeza el presidente de la Unión de Federaciones Deportivas de Catalunya (UFEC), reúne desde el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre al secretario general de CCOO en Catalunya, a Javier Pacheco, pasando por el presidente del Barça, Josep Maria Bartomeu, la monja activista Sor Lucía Caram, el meteorólogo Tomás Molina, el doctor Bonaventura Clotet, la presidenta del Puerto de Barcelona, Mercè Conesa, la decana del ICAB Maria Eugènia Gay o la presidenta de la Academia de Cine de Catalunya, Isona Passola. Todos ellos, representantes de campos tan distintos como la cultura, la salud, la comunicación, la restauración, el turismo, el comercio, la judicatura, la seguridad, la empresa o los sindicatos, se han adherido a la plataforma a título particular.
La mayoría de ellos han participado en la puesta de largo que se ha celebrado en el Caixa Fòrum y donde sus impulsores han subrayado que el objetivo al cual aspiran es fomentar un espacio de encuentro para fomentar el debate y el consenso entre la ciudadanía y sus entidad para generar propuestas que relancen Barcelona. En enero Barcelona Futur empezará a trabajar a pleno rendimiento y será a partir de entonces que iniciarán la ronda de contactos con la alcaldesa Ada Colau y los grupos municipales del Ayuntamiento.
La asociación insiste en remarcar "la neutralidad ante cualquier tendencia política", en palabras de su presidente, Gerard Esteva. Asimismo, la prioridad a la hora de activar los debates es que el intercambio de opiniones rompa con la dinámica de las mesas monosectoriales y aprovechar, en cambio, la transversalidad de todos sus integrantes. Un lobby ecléctico para una sociedad ecléctica.