El extesorero del Partido Popular Luis Bárcenas ha decidido cambiar totalmente su estrategia jurídica y ahora hablará ante el juez. El popular, imputado y en la cárcel por corrupción en la trama Gürtel, ha cambiado de abogado y ahora, según explican fuentes próximas al País, "tirará de la manta y explicará todo lo que sabe de la caja B del PP. También lo hará con el caso Púnica, que investiga la financiación ilegal de las campañas de la formación en Madrid durante la presidencia de Esperanza Aguirre, donde ya ha pedido declarar.

Según informa El País, Bárcenas se siente ahora “traicionado” por el PP, especialmente porque el partido le prometió que no se implicaría a su esposa, Rosalía Iglesias, que ya lleva meses en la cárcel de Alcalá Meco con una condena de 13 años. Ante estos hechos, el extresorero ha contratado un nuevo abogado, Gustavo Galán, el cuarto que tiene desde que se vio implicado en la trama Gürtel, hace ya más de 10 años.

 

Imagen: Rosalía Iglesias / EFE

Galán y Bárcenas apostaran ahora por la estrategia de colaboración con la justicia y, de hecho, ya han hablado con varios fiscales anticorrupción. El abogado es también el letrado de otros tres implicados en la red Gürtel que han optado por colaborar con la justicia. 

El caso Púnica

Aunque Bárcenas no está implicado de manera directa en el caso Púnica, pero al ser tresoreri del PP durante veinte años asegura que conoce detalles relacionados con la financiación ilegal del PP de Madrid y que ahora aportará ante el juez. En concreto, conocía supuestamente cómo se camuflaban en sus cuentas los excesos ilegales de gasto en las sucesivas campañas electorales que auparon a Aguirre a la presidencia autonómica.

La Caja B

Esta nueva estrategia de Bárcenas se verá por primera vez, según el mismo diario, este febrero, cuando empieze el juicio por la caja B del PP en la Audiencia Nacional, donde se enfrenta a cinco años de prisión por supuestos delitos de apropiación indebida, falsedad documental y contra la Hacienda Pública por las obras de reforma de la sede central del partido en la madrileña calle de Génova, por las que la formación pagó casi 900.000 euros en dinero opaco.

Bárcenas aún dispone de pruebas que, junto a sus declaraciones, podrían ser claves para descubrir en la totalidad el entramado de la corrupción del Partido Popular.