El movimiento de fuerzas policiales que el Ministerio del Interior está dedicando a Catalunya para evitar la celebración del referéndum del 1-O ha provocado un auténtico problema logístico. El Gobierno habría llegado a una solución, según ha podido saber El Nacional, que pasa por la instalación de un barco en el puerto de Barcelona para actuar como hotel. El barco podría llegar a la capital catalana de manera muy inminente, incluso hoy mismo, según algunas de las fuentes consultadas.
La voluntad sería, según fuentes gubernamentales, hacer atracar en el puerto una nave comercial, propiedad de una naviera italiana, entre 15 y 20 días y utilizar sus instalaciones como residencia para los agentes en un número que se podría situar en torno a 600.
La presencia de más representantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en Catalunya ha sido evidente las últimas semanas. De hecho, Europa Press informó que el gobierno español dispone de una reserva de 4.000 agentes que podrían reforzar en 24 horas el número de efectivos tanto del Cuerpo de Policía Nacional (CNP) como de la Guardia Civil en Catalunya en caso que fuera necesaria su participación para garantizar el mandato del TC en contra de la celebración del referéndum.
Al mismo tiempo, sin embargo, los efectivos que ya se han instalado se han encontrado con auténticos quebraderos de cabeza, como es el caso de los agentes del CNP ubicados en un hotel de Reus (Baix Camp) a los cuales grupos de jóvenes independentistas no les dejan dormir con las fiestas nocturnas que organizan en la calle para protestar por su presencia.
Propuesta ilegal
Este problema se puede evitar haciendo atracar un barco en el puerto de Barcelona, una infraestructura estratégica y de competencia estatal, que tiene una gestión autónoma de la ciudad y un acceso restringido al público en general.
Con todo, esta propuesta ha chocado de entrada con una cuestión legal, dado que la instalación de un barco con las funciones de hotel en el puerto contraviene la ley.
De hecho, cuando el consignatario del barco comunicó a las autoridades portuarias las actividades a que quería dedicar la nave, se le denegó la autorización para atracar, según ha podido saber El Nacional
Posteriormente una gestión directa de Puertos del Estado que depende del ministerio de Fomento, habría dejado claro el objetivo de la solicitud para un barco de Estado. En cualquier caso, las autoridades portuarias barcelonesas han condicionado la aceptación del buque en estas condiciones a una comunicación por escrito del Estado. El ministerio cuenta hacer efectiva la comunicación de manera inminente.