El Gobierno da un paso atrás y rectifica. La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha precisado que bares y restaurantes pueden limitar el uso del aire acondicionado a "el entorno de los 25 grados", teniendo en cuenta las recomendaciones de la legislación laboral, ante los 27 grados que prevé el Real decreto de medidas de ahorro y eficiencia energética aprobado por el Gobierno. En este sentido, ha aclarado que los 27 grados se aplicarán "con flexibilidad" y ha puesto como ejemplo que discotecas, cocinas y gimnasios necesitan una temperatura diferente de otros espacios como una librería.
"No se puede pedir a trabajadores que están en condiciones de ejercicio físico importante, que no tengan las condiciones que el derecho laboral garantiza con respecto a los máximos y mínimos de temperatura", ha asegurado Ribera en una entrevista en Onda Cero que ha recogido Europa Press. Por eso, los comercios y establecimientos tendrán que justificar cuándo no aplican el límite de temperatura en el termostato, una flexibilidad incorporada al decreto ley para proteger los derechos de la salud laboral de sus trabajadores. Ribera ha señalado que este primer paquete de medidas está pensado para edificios de uso público "con flexibilidades" según el tipo de actividad económica y el trabajo que se ejerza.
Así, ha distinguido los trabajos sendentarios –trabajar en una oficina– de los trabajos activos –la actividad en un restaurante. "El mismo decreto ley incorpora una llamada que allí donde haya espacios donde los trabajadores se tengan que desplazar y tengan un ejercicio físico, se tiene que aplicar con la flexibilidad que corresponda", ha aclarado la ministra sobre la variación del termostato inicial. La ministra ha insistido en que el real decreto de medidas de ahorro y eficiencia energética "está para cumplirse" y representa un "esfuerzo razonable y con respecto a las condiciones laborales que, en todo caso, se deben tener presentes", a la vez que ha afirmado que el Gobierno no hará modificaciones al respecto.
En una entrevista en Catalunya Ràdio, también este viernes, Ribera ha subrayado que el Ejecutivo no se pretende aplicar restricciones energéticas a los hogares. "No queremos imponer restricciones dentro de las casas, recomendaciones sí", ha expuesto en una entrevista en Catalunya Ràdio, donde ha añadido: "Muchas de las recomendaciones son conocidas y clásicas y hacen referencia a, por ejemplo, los toldos".
Las universidades, refugios climáticos
En este contexto, las universidades tienen que jugar un papel clave para reducir el gasto. Así lo ha expuesto el ministro de Universidades, Joan Subirats, que ha anunciado una reunión con los rectores de los centros de todo el Estado. Concretamente, este encuentro con la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) tendría lugar a finales de agosto o principios de septiembre, antes del inicio del curso, y en ella se abordará el ahorro energético en los centros. En una entrevista en RNE, el ministro ha explicado que "se fijarán unas medidas" en torno a las temperaturas de los centros universitarios "tanto en invierno como en verano" y proceder así al "ahorro y la eficiencia energética" que ya se están produciendo en otros sectores de la sociedad como respuesta al plan exigido por Bruselas para reducir el gasto de gas incluso un 7%.
Para Subirats, la universidad tienen que tener la capacidad de convertirse en "refugios climáticos" y contar con instalaciones a las cuales la gente "pueda ir cuando sea necesario", aparte de alojar, por ejemplo, "más placas solares para energías renovables". "Las universidades tienen que contribuir al esfuerzo que está haciendo la población en todo este tema", ha afirmado, con referencia al decreto aprobado esta semana por el Consejo de Ministros, que se limita el uso del aire acondicionado y la calefacción, pero también se pide dejar de iluminar edificios a partir de las 22 horas y que las puertas tengan un cierre automático por evitar el despilfarro de energía.