Todavía no se ha convocado ni el congreso extraordinario, pero Alberto Núñez Feijóo ya tiene todos los números para ser el futuro líder del Partido Popular. Esta es la apuesta de los barones, que han verbalizado con diferentes accentos a su llegada a Génova 13 para la reunión con Pablo Casado. Ha sido por aclamación. Prácticamente uno por uno, los diferentes presidentes regionales del PP han instado al presidente de la Xunta de Galicia a dar un paso adelante. Incluso algunos de ellos han pedido "unidad", es decir, que el gallego no tenga contrincantes en el congreso. Otros han pedido que Casado dimita ya, como la cántabra María José Sáenz de Buruaga: "Mejor hoy que mañana". Ha parecido incluso orquestado.
Antes de reunión con los barones del partido (líderes autonómicos del partido, para dejar fuera a Isabel Díaz Ayuso), Pablo Casado se ha reunido a solas con el presidente Alberto Núñez Feijóo, que durante las últimas horas se ha ido situando como el hombre de consenso para coger las riendas del partido. Los planes de Casado pasan por presidir el partido hasta el congreso, pero antes ha querido escuchar al dirigente gallego. El mismo Feijóo ha liderado las conversaciones con el resto de dirigentes territoriales del PP. Ha sido clave que la presidenta de la Comunidad de Madrid se haya vuelto a descartar, asegurando que su "lugar" es Madrid, como ya hizo en la convención en Valencia.
A su llegada, la cántabra María José Sáenz de Buruaga lo ha verbalizado claramente: “Este episodio tiene un único desenlace. Se debe dar un paso al lado (…) Para mí la solución pasa por Feijóo”. El vasco Carlos Iturgaiz ha pedido al presidente de la Xunta "que se presente y sea nuestro presidente", con una candidatura única en el congreso extraordinario. El extremeño José Antonio Monago ha sostenido que "Feijóo tiene peso específico para dar tranquilidad en estos momentos" y el castellanoleonés que "es un referente para todos". El andaluz Juanma Moreno ha ido con más cautela, asegurando que no depende de una suena persona, pero ha asegurado que "tiene una trayectoria que le avala".
De la reunión de varones se ausentaron el catalán Alejandro Fernández, por una operación reciente de rodilla, y la balear Marga Prohens, que está embarazada. Han participado telemáticamente
Despedida de Casado
A pesar de todos los rumores, Pablo Casado ha acudido este miércoles al Congreso de los Diputados. Tenía preguntas, como cada sesión de control, para Pedro Sánchez. Pero no han pasado ni diez minutos entre su entrada y su salida del hemiciclo. De hecho, el líder estatal del PP ha renunciado a la réplica al presidente del Gobierno. A media pregunta, se ha levantado del escaño y se ha marchado, acompañado de sus pocos fieles: Pablo Montesinos, Antonio González Terol y Ana Beltrán. Irónicamente, después de su primera y única intervención, le ha aplaudido todo su grupo parlamentario. El mismo grupo parlamentario que le ha abandonado en las últimas horas para pedir un congreso extraordinario. Muy solo y con aire de despedida.
La presión era del todo insostenible dentro del Partido Popular y ayer por la noche Pablo Casado acabó cediendo en las dos cosas que le pedían los críticos. La primera, entregar la cabeza que le exigían, el de su mano derecha y secretario general, Teodoro García Egea, que presentó la dimisión. La segunda, reunir a la junta directiva el martes que viene para celebrar un congreso extraordinario del partido para escoger a un nuevo líder. De esta manera quería evitar su dimisión, pero su liderazgo ya parece del todo sentenciado. Entre las presiones recibidas también había la de su portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, y la dirección del grupo parlamentario.
Sin Ayuso
Esta tarde han sido citados líderes autonómicos del partido, incluidos los presidentes Alberto Núñez Feijóo, Alfonso Fernández Mañueco y Juanma Moreno. Una fórmula improvisada por Génova --solo quienes presiden la formación a nivel regional-- que ha permitido excluir a Isabel Díaz Ayuso, que no preside el PP de Madrid. Si se convocara el comité autonómico, órgano que sí está recogido en los estatutos, sí podría asistir la presidenta de la Comunidad de Madrid. Ayuso ha optado por otro plan: asiste al Wanda Metropolitano, al partido de Champions que disputan el Atlético de Madrid y el Manchester United.