El juicio contra los miembros de la Mesa del Parlament que presidía Carme Forcadell ha continuado esta tarde con la declaración de la exsecretaria cuarta de la Mesa Ramona Barrufet y el exvicepresidente primero Lluís Guinó. Los dos han insistido como han hecho por la mañana Lluís Corominas y Anna Simó en que su objetivo era garantizar que los diputados del Parlament disfrutaran del derecho a la palabra y la libertad de expresión, y que no se contempla una "censura" previa en la Cámara. El juicio de los miembros de la Mesa y de la exdiputada Mireia Boya ha empezado esta mañana con el anuncio de Vox que retiraba la acusación de organización criminal. Como sus compañeros, la exsecretaria cuarta y el exvicepresidente sólo han contestado solo a las preguntas de su abogada.
Barrufet ha subrayado que no corresponde a la Mesa censurar las iniciativas que plantean los diputados, y como han hecho sus compañeros ha insistido en que su función se tenía que limitar a comprobar que sea correcta en la forma como se tramita, sin entrar en el fondo.
"Podría ser perverso"
"La censura no la teníamos que hacer y en el reglamento está muy bien explicado qué tiene que hacer la Mesa. No tenía que hacer nada más como Mesa", ha argumentado. "Podría ser perverso que la Mesa pudiera decidir de qué se habla", ha advertido.
Barrufet ha recordado que en un primer momento no le correspondía ocupar un cargo en el órgano de gobierno de la Cámara porque su secretaría correspondía a la CUP, que rechazó formar parte.
La exsecretaria de la Mesa ha explicado que cuando el Estado aplicó el artículo 155 se disolvió el Parlament, se constituyó la diputación permanente y la legislatura se dio por acabada; y ha asegurado que los miembros de la Mesa "en ningún momento no tuvieron intención de desobedecer".
Guinó: "sería impropio"
El exvicepresidente primero de la Mesa Lluís Guinó ha redundado en el hecho de que la función de la Mesa es ver hasta qué punto las iniciativas cumplen con las formulaciones legales de tramitación.
Guinó ha abordado, como sus compañeros, un análisis sobre el procedimiento parlamentario y ha advertido que no corresponde a la Mesa del Parlament hacer un control previo de las iniciativas que tramita, que se tienen que analizar exclusivamente desde un punto de vista formal.
"Sería crear una función impropia de la Mesa y limitar la autonomía parlamentaría analizar antes de tiempo lo que es la constitucionalidad de las iniciativas", ha advertido además de subrayar que este control se hace con posterioridad a su aprobación y se encarga el Tribunal Constitucional.