Dolors Bassa ya admitió que tenía "la maleta preparada" por si tenía que volver a la prisión. Hoy, los peores pronósticos se han cumplido. El Tribunal Supremo ha revocado el tercer grado a los presos políticos. También deniega la aplicación de la semilibertad del artículo 100.2 por su falta de conexión con un proceso de reinserción.
A quien fue consellera de Educació, la noticia le ha llegado a través de los medios de comunicación. En declaraciones a Aquí Cuní de Ser Catalunya lo ha relatado: "Prácticamente no puedo decir nada, estoy trabajando en el despacho, me he enterado porque ha salido en el ordenador. Nadie me ha dicho nada, lo sé por los medios de comunicación. No he podido leer el auto, no me han dicho si tengo que ir a la prisión ni sé nada derivado del Tribunal Supremo".
Había hablado con Forcadell esta mañana
Bassa tenía prisa para colgar ya que estaba pendiente de recibir más información: "No puedo tener el teléfono comunicando, porque si me llaman no podré contestar. Se lo agradezco y me sabe mal que me lo tengan que decir. Me han llamado TV3 y usted, y espero que me llamen desde la prisión". Junto con la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, eran las únicas que disfrutaban de este régimen.
Precisamente, ambas han hablado esta mañana y lamentan que se vuelva a romper la poca libertad que tenían para dormir fuera de la prisión: "Sólo puedo valorar que es una vez más y, aunque esperado, es muy doloroso. Hemos hablado con Carme justo esta mañana porque teníamos por primera vez cinco noches seguidas para dormir en casa".
No lo saben ni sus abogados
Además, la republicana ha lamentado que ni sus abogados se han enterado antes que la prensa. De esta manera, la sala estima los recursos de apelación de la Fiscalía contra el progreso a tercer grado penitenciario concedido por la Generalitat y ratificado después por los juzgados de vigilancia penitenciaria, de manera que tendrán que continuar en segundo grado. Asimismo, estima el recurso de la Fiscalía en relación a la aplicación a estos internos del artículo 100.2 del Reglamento penitenciario, que suponía también un régimen de semilibertad, y que se lo deniega, reiterando los argumentos que dio a Carme Forcadell el pasado mes de julio, por la falta de conexión de un programa de tratamiento de este tipo con un proceso de reinserción de los delitos cometidos.
Reacción de Forcadell
Carme Forcadell también ha denunciado posteriormente las maneras del Supremo. Desde Twitter ha escrito: "Como siempre, nos hemos enterado de que debemos entrar en prisión por los medios de comunicación. Es vergonzosa la falta de respeto hacia nosotras y nuestras familias".