La exconsellera de Educació, Dolors Bassa, hace tiempo que ha dejado de confiar en la justicia pero tampoco pierde la esperanza. El Tribunal Supremo tiene previsto decir si revoca o no el tercer grado a los presos políticos. Todo hace pensar, y todo indica, que les retirará el régimen de semilibertad. Tanto puede ser mañana, como de aquí una semana, pero la decisión llegará pronto y Bassa lo tiene claro: "Tengo la bolsa hecha en casa por si tengo que volver mañana a prisión". La republicana ve que todo apunta que tendrá que volver y no entiende el por qué.
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Precisamente, en lo que se coge la justicia es en una de las famosas frases del procés: "Lo volveremos a hacer". Bassa se pregunta quién lo dice todavía eso o quién lo ha dicho porque de hecho, ella, nunca lo llegó a pronunciar pero va más allá: "Si estamos inhabilitados no lo puedo volver a hacer, por lo tanto se tendría que aclarar qué quiere decir la frase porque por ideología no se puede encarcelar a nadie. Yo seguiré pensando que soy independentista, mi convicción es esta, y si sólo se basan con eso es muy grave".
La previsión que hace es la misma que su compañera, Carme Forcadell. La expresidenta del Parlament aseguró que "este será el último fin de semana" que tendrá "fuera de la prisión" porque el Tribunal Supremo le revocará lo terciáis grado, en declaraciones en TV3 sábado pasado.
El papel de la Fiscalía
Bassa se siente mal porque "se ha creado un relato por parte de la Fiscalía que no es la verídica, ficticia y de interpretaciones" que se ha denunciado al Tribunal Supremo. Además, liga los argumentos de esta entidad con un partido político determinado y no es libre. Sus declaraciones, a Aquí Cuní, han llegado en paralelo a las del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska sobre los delitos de sedición y rebelión: "Para conductas menos graves, puede ser que la respuesta penal sea excesiva". Así pues, abre la puerta a revisarlo pero la valla para los presos independentistas.
La consellera, nuevamente, ve que la vía Marlaska tampoco es la solución y recuerda el tempo de las tramitaciones dentro de la justicia española: "El indulto que tramitamos está pedido al Tribunal Supremo. Y quiero recordar que el Supremo está tardando igual en resolver los recursos como lo hizo por una sentencia de un juicio que tuvo 52 sesiones. Hablar de rapidez en el indulto es imposible". Por eso, Bassa aplica una filosofía propia: "He aprendido a vivir al día con las convicciones que son las mejores y no hacer ideas de futuro porque si no, mentalmente, acabaría destrozada. La política ya no es líquida, sino volátil y no puedo poner todas las expectativas en el indulto y el cambio del código penal".
Elecciones
Sin perder de vista el 14 de febrero, Bassa ve Esquerra como "la llave no para gobernar España, sino para que Catalunya vaya mejor". La idea de pactar con el estado o llegar a un entendimiento también se la hace suya: Tenemos que conseguir los recursos porque ahora estamos dentro del estado y más con la pandemia. Ningún político puede entender que no se inserte, lo veo como una manera de ser activo y tener más incidencia para que Catalunya mejore".
También se desmarca de los otros: "Estoy en ERC porque creo en una manera de hacer republicana, Junts piensa de una manera más de centro-derecha. Cada uno tiene sus convicciones y tiene que aceptar su camino. En el Congreso. Esquerra incide, Junts no tiene tantos diputados y no lo puede hacer de forma tan directa".