La extrema derecha de Vox ha llegado a las instituciones y sus espectáculos son prácticamente diarios. Sabotear actos en el Congreso con altavoces escondidos, llamar "bruja" a diputadas del PSOE o, como ha hecho hoy Macarena Olona, llamar "fea" a la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz. El malestar se puede palpar entre diferentes grupos de la cámara, como Unidas Podemos, que ha denunciado que no se haga nada para frenarles los pies. El presidente del grupo parlamentario, Jaume Asens, ha señalado directamente a la presidenta de la cámara baja, Meritxell Batet, por "falta de autoridad" y "vacío de poder" frente a lo que considera "ofensas y desórdenes" por parte de la bancada ultra.
La sesión de control de este miércoles ha hecho colmar el vaso de la paciencia de los morados. En su intervención, Macarena Olona ha llegado a decir a la vicepresidenta Yolanda Díaz que "hay que ser muy fea para atreverse a amenazar a millones de españoles en el templo de la palabra". Y también ha dedicado improperios a los sindicatos: "Cuando Vox gobierne, sus perros rabiosos, los sindicatos de clase, no van a recibir ni un solo euro de financiación pública". Y no ha pasado absolutamente nada. El pleno ha continuado sin ningún toque de atención. Pero el malestar ya venía de la semana pasada, cuando dos diputados de Vox sabotearon un acto por los seis represaliados de Zaragoza. Colaron un altavoz para hacer sonar los himnos de la Guardia Civil y la Policía Nacional. El boicot también se saldó sin ningún tipo de sanción.
Por todo eso ha comparecido hoy el presidente de Unidas Podemos, que en declaraciones en los medios ya ha adelantado que impugnarán la decisión de Meritxell Batet de no sancionar a los diputados ultras Manuel Mariscal y Luis Ventoso por su boicot. También ha recordado cuando el diputado ultra José Maria Sánchez pudo permanecer en el pleno después de llamar "bruja" a la diputada socialista Laura Berja o cuando la misma Olona fotografió una reunión a puerta cerrada y compartirlo a través de las redes, una acción prohibida por el reglamento.
Jaume Asens ha lamentado que, ante la falta de autoridad de la presidenta del Congreso, Vox está "degradando" cada día más el parlamento español. De hecho, ha advertido que no se trata de "hechos aislados", sino de una "estrategia global de subversión" por parte de la extrema derecha. Y ante estas "ofensas claras", ha añadido el dirigente morado, la presidenta del Congreso no hace nada, adopta una "actitud pasiva" y "contemporiza desórdenes reiterados" de Vox.
No es el primer enfrentamiento entre la bancada de Unidas Podemos y Meritxell Batet, sino que viene de lejos. Se pudo ver, por ejemplo, con la retirada del escaño al ya exdiputado Alberto Rodríguez, una decisión que consideran que tomó de forma unilateral y sin atender el contenido de la sentencia condenatoria del Tribunal Supremo. Entonces ya la acusaron de "atentar contra la democracia" y doblegar-se a las presiones del juez Manuel Marchena.
Asens ha lanzado un aviso a navegantes: "El Congreso, si se convierte en el patio de escuela de Vox, lo que hoy son gamberradas sin correctivos, mañana se pueden convertir en atentados graves a la democracia".