El presidente de JxCat en el Parlamento, Albert Batet, también espiado por el CNI por su proximidad con el president Carles Puigdemont también ha reaccionado. "Eso es una barbaridad monumental y propio de una dictadura", ha sentenciado vía Twitter después de que el diario La Vanguardia haya destapado que el Centro Nacional de Inteligencia recibió el visto bueno judicial a vigilar los teléfonos de 18 personas del entorno independentista, entre los cuales Aragonès, Sànchez, Riera, Paluzie o Mauri, en la operación conocida como CatalanGate, según destaca el mismo rotativo. "El CNI me espió con autorización judicial durante el 2019. Un juez lo avaló simplemente por mi proximidad con el presidente Puigdemont y para obtener informaciones sobre estrategias y negociaciones políticas", ha comentado al presidente de JxCat.
El rotativo revela este sábado una lista de los 18 espiados por el CNI, que también incluye a varias personas del entorno de Carles Puigdemont –como Gonzalo Boye, Joan Matamala y Josep Lluís Alay– y otros nombres destacados como Jordi Bosch de Borja, miembro de la junta de Òmnium; el empresario Xavier Vendrell; Elsa Artadi; Albert Batet; David Bonvehí y Marc Solsona (PDeCAT); Sergi Miquel, director de la estructura técnica de la Casa de la República, y los empresarios Jordi Baylina, Pau Escrich y Xavier Vives. El motivo para escuchar Aragonès era su papel de "coordinador" de los CDR. Esta es la lista que la entonces directora del centro, Paz Esteban, llevó al Congreso ahora hace unos días.
A Carles Riera, de la CUP, se lo vincula también con los CDR, y también se remarca que ha mantenido contactos con Puigdemont. El CNI también describe a Elsa Artadi como "enlace" con el expresidente. El motivo para escuchar los dos miembros del PDeCAT es lo mismo: sus relaciones con Puigdemont. Con respecto a los empresarios que hay a la lista, el CNI relaciona a la mayoría con el movimiento Tsunami Democràtic.
CNI solo se responsabiliza de estas 18 intervenciones
La Vanguardia constata que estas mencionadas 18 intervenciones son las únicas de las cuales se responsabiliza el CNI de la lista de 65 personas atacadas o infectadas con Pegasus o Candiru revelada por Citizen Lab, un organismo adscrito a la Universidad de Toronto que el 18 de abril publicó un informe en qué denunciaba un espionaje masivo al independentismo catalán. De esta manera, hay 47 espionajes (o intentos) que no han sido atribuidos a ningún servicio policial o inteligencia. Esteban descartó asimismo que el centro haya tenido nada que ver con los ataques con Pegasus en los móviles de Pedro Sánchez y tres ministros.
¿Y de dónde sale esta lista? La lista de 18, a la que hace referencia La Vanguardia, fue solicitada por el CNI al magistrado del Tribunal Supremo Pablo Lucas, que tutela sus actuaciones y que los aprobó. No es Elies Campo, el ingeniero informático que ha trabajado con Citizen Lab en la investigación y que sí que aparece, en cambio, en el grupo de 65. El rotativo destaca que el CNI fue más allá, porque su directora, Paz Esteban, solo presentó ante la comisión de Secretos Oficiales las autorizaciones judiciales referentes a personas que salían a la lista de los 65. En los documentos aportados aparecían siete u ocho nombres marcados, correspondientes otras personas sobre las cuales el espionaje había sido autorizado y que escaparon al análisis de Citizen Lab. El CNI impidió de esta manera que trascendieran nombres hasta ahora desconocidos.