Bélgica tiene claro que la justicia es independiente y no piensa interferir, aunque así se lo pida uno de sus socios de la Unión Europea: el gobierno español. Lo ha dejado claro este lunes el ministro de Exteriores belga, Didier Reynders, que ha asegurado que hay que dejar que la justicia juegue su rol, de forma independiente", ya esté en España, Bélgica o Alemania.
Reynders ha contestado así a la petición de su homólogo español, Josep Borrell, de que el gobierno belga defienda "la inmunidad" de la jurisdicción española y el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena. La petición llega después de que un juzgado de Bruselas hubiera citado a declarar a Llarena, el 4 de septiembre próximo, a raíz de la denuncia presentada por Carles Puigdemont, Toni Comín, Meritxell Serret, Lluís Puig y Clara Ponsatí, por haber vulnerado su presunción de inocencia y haber actuado sin imparcialidad.
Según ha explicado Reynders, su gobierno ha pedido "la transmisión del expediente" para obtener más información sobre la demanda civil interpuesta en este país por la defensa de los exiliados, pero ha defendido la independencia del sistema judicial.
"Hemos pedido más información sobre el proceso que se ha hecho ante la jurisdicción civil antes de adoptar ninguna actitud, pero intentamos trabajar respetando la independencia de los jueces en los diferentes países", ha insistido Reynders desde Bruselas, donde se ha visto con Borrell en el marco del Consejo de Exteriores que ha reunido a los ministros de los 28 estados que conforman la UE.
Borrell había pedido al gobierno belga que defendiera la inmunidad de la jurisdicción española, después de que la defensa de los exiliados le pidiera que se presentara como parte acusatoria, según aseguró el mismo ministro español. En este sentido, Borrell había pedido "de estado a estado que, respetando lo que se llama iure imperii, la potestad soberana de los países, (el gobierno belga) aparezca no como parte acusatoria sino en defensa de la inmunidad de la jurisdicción española".