La fiscalía belga está avanzando las investigaciones sobre el posible espionaje al president en el exilio, Carles Puigdemont, y ha descubierto que en el teléfono móvil que recibía los movimientos de GPS del coche llegaban datos de otros siete dispositivos de seguimiento, según ha informado El Periódico. La fiscalía ha localizado estos sistemas de espionaje, que pueden ser balizas, datos microfónicos o escuchas telefónicas, e indica que estaban operativos en territorio belga. Las tarjetas SIM eran de procedencia española.
Los espiados podrían ser, además de Puigdemont, personas próximas a él y los consellers en el exilio, Meritxell Serret, Toni Comín y Lluís Puig.
Fuentes conocedoras de las investigaciones que cita el diario han explicado que "los datos descubiertos estudiando las tarjetas nos apuntan que podemos estar ante una red de espionaje al señor Puigdemont y a su entorno en Bélgica".
El pasado mes de febrero el sargento de los Mossos d'Esquadra Lluís Escolá encontró una baliza pegada con cinta aislante bajo el coche de Puigdemont. Esta emitía datos de geolocalización al teléfono móvil.
En Bélgica es delito el espionaje por parte de terceros países, también en caso de que los afectados sean extranjeros.