La justicia belga ha rechazado de nuevo la extradición del conseller en el exilio Lluís Puig a España. Así se ha pronunciado el Tribunal de Apelación de Bruselas, después de que la Fiscalía española presentara recurso a la sentencia del 7 de agosto que determinaba que el Tribunal Supremo español no era competente para el juicio.

Se trata de la sentencia de la tercera euroorden emitida por España, acusado de haber participado en la organización del referéndum del 1-O de ahora hace tres años. El mismo juez emisor retiró las dos euroórdenes de detención anteriores. La primera, en diciembre de 2017, y la segunda (que tuvieron que rehacer varias veces por múltiples defectos de forma), en julio de 2018, cuando Alemania la denegó porque los delitos de rebelión y sedición no encajaban con los tipos de delitos alemanes. Puig está pendiente del delito de malversación.

Ahora, las partes todavía podrán presentar recurso al tribunal de casación. Tienen un día para hacerlo, pero el recurso no entraría en el fondo de la cuestión, sino que trataría posibles defectos de forma.

"¿Qué más hace falta, España?"

Según la defensa de Puig, los magistrados belgas han denegado la extradición por "falta de competencia del Supremo" y "riesgo de violación de la presunción de inocencia" por las declaraciones de jueces, fiscales y autoridades políticas españolas. "Se trata de una decisión muy buena para el resto de acusados por el procés, porque demuestra que no han sido sometidos a procesos justos", ha explicado el abogado Gonzalo Boye en una rueda de prensa.

Por su parte, Lluís Puig, visiblemente emocionado, ha celebrado la decisión. A su entender, la sentencia reafirma la utilidad de "la lucha desde el exilio" y constata que los presos políticos y los acusados por el procés no han tenido un juicio imparcial en España.

La acusación

El Tribunal Supremo pedía la extradición del conseller Puig por presunta malversación de dinero público en la causa del 1-O. La euroorden contra Puig fue reactivada por el magistrado del Supremo Pablo Llarena junto con la del president Carles Puigdemont y el conseller Toni Comín, después de la sentencia del procés, que condenó a doce líderes independentistas por su participación en el referéndum.

Imagen: Lluís Puig, en la última ocasión que un juez belga rechazó su extradición / ACN

Después de que Bélgica denegara la extradición de Puig, uno de los fiscales del juicio al procés, Javier Zaragoza, aseguró que aquella sentencia era completamente "arbitraria e infundada", y que se tendría que haber extraditado al conseller. Zaragoza aseguró que la sentencia es "insostenible jurídicamente" porque incluye razonamientos "insólitos" e "inasumibles", y demuestra que "sin ningún tipo de duda" el espacio de cooperación judicial europeo "ha fracasado".

Apoyo internacional

De hecho, esta misma semana una cincuentena de personalidades internacionales han firmado un manifiesto impulsado por Òmnium Civil Rights Europe, la delegación de Òmnium Cultural en Bruselas, en el que se reclama la amnistía para los presos políticos, los exiliados y todas aquellas personas que se han visto afectadas por los procedimientos judiciales del estado español contra el procés soberanista.

"Los abajo firmantes piden a las autoridades españolas y catalanas entablar un diálogo sin condiciones para encontrar una solución política que permita a la ciudadanía de Catalunya decidir su futuro político. Para que el diálogo sea un éxito, la represión tiene que acabar y es necesaria una amnistía para las personas represaliadas", reclama el manifiesto que, bajo el título Dialogue for Catalonia, se publicó en The Washington Post y The Guardian.

Entre los firmantes figuran la expresidenta del Brasil, Dilma Rousseff; el político irlandés e impulsor de los acuerdos de paz de Irlanda del Norte, Gerry Adams; la artista conceptual y activista Yoko Ono, y el artista y activista chino exiliado en Alemania Ai Weiwei. También figuran cinco premios Nobel, cuatro de los cuales galardonados con el Nobel de la Paz: la abogada iraní Shirin Ebadi, el pacifista argentino Adolfo Pérez Esquivel, la activista norteamericana por los derechos humanos Jody Williams y la activista de Irlanda del Norte Mairead Corrigan, además de la Premio Nobel de Literatura Elfriede Jelinek.