Las elecciones generales del pasado 23 de julio ya denotaron un cambio de tendencia en el País Vasco. Bildu, con 6 diputados, superó por primera vez en la historia a su principal adversario político, el PNV, que obtuvo 5 escaños. Esto se podría trasladar a las elecciones al Parlamento Vasco que deben celebrarse en julio del próximo año. Y es que Bildu (27) superaría por dos diputados al PNV (25), y el Partido Socialista de Euskadi (PSE) sería la llave con sus 13 diputados, según una encuesta de Sigma Dos encargada por El Mundo. De ahí la importancia de las conversaciones sobre una posible investidura del líder del PSOE, Pedro Sánchez, y el endurecimiento del discurso del PNV, que exige a Sánchez transformar el estado español en un "estado plurinacional".
La investidura de Sánchez como punto de partida
Las conversaciones con el PSOE y sus frutos podrían ser una de las claves de cara a las elecciones al Parlamento Vasco, y más aún si el PSE es la llave de la gobernabilidad y debe inclinar la balanza entre Bildu o el PNV. Según la encuesta citada, el PNV del lehendakari Iñigo Urkullu perdería seis diputados, pasando de los 31 a los 25, los mismos seis que ganaría Bildu, que pasaría de 21 a 27 escaños. Y es que la tendencia al alza de la izquierda independentista vasca ya se notó en las pasadas elecciones de 2020, cuando aumentó de 18 diputados a 21.
A pesar de la reunión de este lunes entre el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, y la mano derecha de Feijóo, Cuca Gamarra, el PNV ya ha subrayado en más de una ocasión que no tienen pensado investir al líder del Partido Popular y, todavía menos, si Vox entra en esa ecuación. De este modo, los nacionalistas vascos apuestan por mantener la fidelidad a Sánchez, aunque el líder socialista haya dado juego a Bildu durante la pasada legislatura. De hecho, esta alianza entre socialistas y nacionalistas vascos se ha visto reflejada en los pactos postelectorales de las pasadas elecciones municipales, como, por ejemplo, en la Diputación de Guipúzcoa, donde ganó Bildu, pero el pacto entre el PNV y el PSE evitó que la formación de Otegi gobernara.
De hecho, la encuesta refleja que el aumento de Bildu viene a raíz de las negociaciones en Madrid. "El socialismo vasco radical", que es como define Urkullu a Bildu, ha provocado que 6 de cada 10 vascos reconozcan que el partido de Ortuzar ha perdido influencia en Madrid. Incluso, un 52,7% de los afines a los nacionalistas vascos asumen la debilidad del partido que durante 40 años ha estado negociando con todos los presidentes españoles.
El PNV presume de líderes
Sin embargo, la encuesta visualiza una gran baza para el PNV, que es la figura del lehendakari Urkullu, que se sitúa como el líder mejor valorado entre los vascos, con una nota de 5,3. Incluso, Andoni Ortuzar es el segundo político mejor valorado del país, con un 4,9. Por su parte, Arnaldo Otegi es el segundo líder político peor valorado, con una nota de 4,2. Le superan el candidato del PSE, Eneko Andueza (4,8), y la líder de Sumar, Miren Gorrotzategi (4,8).
Aunque la coalición del PNV con el PSE se remonta a 2016, la citada encuesta abriría la puerta a una coalición de izquierdas, que es lo que ha venido reclamando la izquierda independentista vasca durante los últimos años. Precisamente, Sumar, incluida en la ecuación propuesta por Bildu, pasaría de 6 a 3 escaños. Por su parte, el Partido Popular mantendría sus 6 diputados, mientras que Vox mantendría su único diputado.