La activista por la lengua y la cultura catalanas y de la izquierda independentista, Blanca Serra y Puig (Barcelona, 1943), ha anunciado, este miércoles, que ha presentado la primera denuncia en la Fiscalía de Barcelona por las torturas y vejaciones que sufrió ella y su hermana Eva -historiadora, que murió en julio de 2018- al ser detenidas cuatro veces por su militancia. Fueron vejadas en la Jefatura de la policía española de Via Laietana y a la Dirección General de Seguridad de Madrid (en la Puerta del Sol), entre los años 1977 y 1982, con la Generalitat restituida.

"Lo hago ahora por el país. Creo que he superado el trauma. Nos torturaron por nuestra condición de catalanidad y por ser mujer. Ser independentista es que siempre hay lucha", ha declarado de forma lúcida Serra, a sus 81 años, que ha añadido: "Los catalanes tenemos que formar parte de este movimiento de activación de la democracia por todo el mundo."

Serra ha estado acompañada por el presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, y de la abogada y coordinadora de litigios de Irídia, Sònia Olivella. Las dos entidades, con el apoyo de entidades memorialistas, como la Comisión de la Dignidad, presentan esta denuncia dentro de la campaña para hacer justicia contra los crímenes del franquismo y para que la comisaría de Via Laietana sea un centro de memoria.

20241120 BLANCA SIERRA DENUNCIA TORTURAS VÍA LAYETANA / Foto: Montse Giralt
Blanca Serra, acompañada del presidente de Òmnium, Xavier Antich, y de la abogada de Irídia, Sònia Olivella, este miércoles. / Foto: Montse Giralt

Reclamo a la Fiscalía

El caso de Blanca Serra es la tercera denuncia impulsada por Irídia y Òmnium, después de que los jueces españoles hayan cerrado la puerta a investigar las torturas durante el franquismo en el caso del sindicalista Carles Vallejo y los hermanos Maribel y Pepus Ferrándiz - causas que ahora están en el Tribunal Constitucional-, aunque la nueva ley de Memoria Democrática de 2022 ordena investigarlo.

Por eso, la denuncia de las hermanas Serra se dirige a la fiscal provincial de Derechos Humanos y Memoria Democrática, Sara Gómez Expòsito, nombrada en verano. "Pedimos a la fiscal que investigue y que pida los expedientes sobre las detenciones  policiales y la estancia en la prisión de la Trinitat de la Blanca y Eva porque todavía no le permiten tener este acceso", ha declarado Sònia Olivella, que ha recordado que han presentado hoy la acción jurídica, 20 de noviembre, fecha de la muerte del dictador en la cama.

Olivella ha explicado que el caso de las hermanas Serra también "es estratégico" porque "pasa después de la ley de amnistía de 1977" y, por lo tanto, los hechos tendrían que investigarse, como indican los organismos internacionales. Además, ha asegurado que " es el ejemplo claro de la violencia ejercida a las mujeres por el simple hecho de serlo".

Via Laietana, centro de memoria

"Como sociedad civil tenemos el deber de exigir al Poder Judicial que se tienen que investigar las torturas a estos grandes luchadores de la democracia", ha exigido al presidente de Òmnium. Antich también ha reclamado al Gobierno que "que no baje la mirada ni haga promesas vacías", y que apruebe que la comisaría de Via Laietana se convierta en un centro de memoria.

El presidente de Òmnium ha invitado todo el mundo a concentrarse este domingo para  reivindicar el cierre del edificio con uso  policial, bautizada La casa de los horrores. La Comisión de la Dignidad impulsa las concentraciones delante del edificio cada primer y tercero martes de cada mes.

El miedo de morir sola

La última detención de Blanca y Eva Serra fue el 1982  por manifestarse contra la ley de la LOAPA, que cerraba todo autogobierno, y por llevar el cartel con el lema Independencia. Fueron acusadas de ultraje a la unidad de la nación española y pasaron dos meses en la prisión la Trinitat. Después, quedaron en libertad, ni fueron juzgadas.

Preguntada por las torturas, Blanca Serra ha revivido este infierno: "La respiración, el miedo a morir sola cuando te ponían la bolsa en la cabeza. Y cuando te pegaban los pies con una porra hacía mucho daño. (...) Al final, firmé un papel, tienes un límite." En el libro Torturadas, Gemma Pasqual recoge su testimonio.

"He sido profesora de secundaria y veo que los jóvenes no saben nada de lo que pasó y que hay que explicarlo", ha manifestado Serra, como también ha criticado la ley antiterrorista: "Por quemar contenedores te la aplican", y ha concluido: "Sé que por ser independentista siempre habrá lucha."