Ha sido una moción de censura singular. El candidato a la presidencia del Gobierno propuesto por Vox, Ramón Tamames, ha sido utilizado por la formación ultraderechista para preparar su campaña electoral para el 28-M y para las generales de finales de año. Los portavoces de los grupos parlamentarios han tenido que hacer equilibrios para evitar tratar con dureza o condescendencia a un candidato de 89 años que había sido dirigente del Partido Comunista de España y que ha pretendido aterrizar en La Moncloa de la mano de una formación ultraderechista. Comparaciones con Blas Piñar, citas de Pau Gasol, historias navales y la antigua amistad entre Tamames y el padre de Íñigo Errejón se han colado en el debate de la moción de censura.
El Congreso empezó a tener actividad este martes a las ocho, cuando faltaba una hora para el inicio del debate de la moción de censura. Había cierta expectación, con un número de periodistas paseándose por los pasillos y por el patio de la cámara baja mucho más elevado que en otras jornadas parlamentarias. A las nueve en punto, Santiago Abascal abría la lata del debate, con un tono mucho más moderado que en otras ocasiones. Tamames, el gran protagonista de la jornada, se sentaba en el escaño que el líder ultraderechista le había cedido. Por motivos que se desconocen, el candidato de la moción no aplaudió ninguno de los discursos de Abascal, y el líder de Vox no hizo ningún gesto de afecto o compañerismo con el economista cuando se sentaba a su lado. No se dirigían la palabra. Desde la tribuna del hemiciclo se podía percibir cierta tensión entre los dirigentes del partido de extrema derecha.
El Congreso no ha tenido finalmente que hacer muchos esfuerzos para adaptar la moción de censura a los problemas de movilidad del candidato. Se había especulado con la posibilidad de situar una mesa en medio del hemiciclo, para que Tamames se sentara y pudiera ahorrarse tener que subir los peldaños que dirigen los portavoces al atril de la cámara. El excomunista pronunció todo su discurso sentado en el escaño de Abascal, con parsimonia y sin levantar la cabeza de unos folios que contenían un discurso que ya se había filtrado a los medios de comunicación una semana antes.
Tamames ha tenido dificultades durante toda la moción para escuchar perfectamente las intervenciones de los grupos parlamentarios. A menudo pedía ayuda a Abascal, que este le repetía algunas de las frases que decían los ponentes. En la segunda intervención del candidato, optó por prescindir de las hojas llevadas de casa, y contestó la intervención de Pedro Sánchez a través de la improvisación. El presidente del Gobierno había advertido a Tamames de que Vox era la reencarnación de Fuerza Nueva, y que estar sentado al lado de Abascal era como estarlo al lado de Blas Piñar.
El economista optó por contestar al presidente socialista con dosis de humor y aseguró que alguien le debería haber escrito el discurso a Sánchez porque el socialista es "demasiado joven" para saber quién es Blas Piñar. En aquel inicio de la moción de censura, Tamames había cargado con dureza contra la escolarización en lengua catalana, la autodeterminación y la reforma del Código Penal. Y este miércoles ha revestido sus argumentos citando a uno de los mejores deportistas catalanes de todos los tiempos, conocido por sus buenas opiniones de España: "Catalunya, como dijo Pau Gasol, es un pedazo de España".
El candidato a la sustitución de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno también ha reconocido este miércoles haber tenido una "amistad" con el padre de Íñigo Errejón. "Pensaba que había entrado en una fase de mayor racionalidad, pero todavía es joven", ha manifestado Tamames. El líder de Más País le dijo este martes que durante estos días se publicarían en las redes sociales muchos memes sobre la moción de censura que harían "mucha gracia". "Pero lo que no hace ninguna gracia es que alguien de su trayectoria será recordado por esta moción de censura", le espetó.
Los momentos más calientes de la moción de censura se vivieron durante las intervenciones del diputado de Compromís, Joan Baldoví, y el líder de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián. El valenciano fue fuertemente regañado y faltado al respecto por diputados del PP, especialmente por Guillermo Mariscal y Jaime Eduardo de Olano. De hecho, cuando Baldoví quiso citar al escritor Joan Fuster, un diputado popular gritó que "¡era catalanista!". "No le llega usted ni a la suela del zapato", le contestó Baldoví.
De la misma manera, los diputados de Vox estuvieron abucheando y haciendo broma del discurso de Gabriel Rufián. "Parecía que desde el atril cogiera el vaso de agua como un vaso de güisqui", bromeaba este miércoles al mediodía uno de los líderes de Vox en una conversación informal con periodistas. De la misma manera, miembros de este grupo parlamentario presumieron de ignorancia preguntando entre gritos "¿¡Quién!? ¿¡Quién!?" cuando Errejón citó al filósofo esloveno Slavoj Žižek.
Una de las intervenciones más contundentes fue la del líder del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, que comparó el candidato a la moción de censura con "un buque butanero de nombre Tamames que en 1979 vio, presuntamente, 50 ovnis". "Ahora el señor Tamames ha visto 52 ovnis que con sus firmas le han permitido pisar esta cámara, 52 ovnis Obvios, Ventajistas y Notoriamente Interesados".