Bloomberg, la gran plataforma mediática de EE.UU. sobre economía, ha advertido de que la fuga de Juan Carlos I deja tocada la Constitución de 1978, y está impulsando "un nuevo embate independentista en Catalunya", porque vuelve a apreciar que tiene una oportunidad.

"La humillación pública del rey emérito de 82 años responde a un esfuerzo desesperado por apuntalar la monarquía española: Felipe VI, el actual monarca, ha trabajado durante meses por aislarse de los crecientes problemas legales de su padre. Pero no sólo es la monarquía la que está en juego. Menos de tres años después de que los independentistas de la comunidad nordeste de Catalunya intentaran forzar una ruptura con España, las decisiones de la familia real están dando un nuevo impulso al movimiento de independencia", afirma.

"El riesgo que tiene ahora el establishment español es que un colapso en la adhesión a la corona desencadene un debate más amplio sobre la Constitución, y reabra las cicatrices en Catalunya. Eso significaría que resurge una cuestión divisoria que polariza políticamente a España, y que pesa sobre los bonos del Estado, perjudica las acciones, los negocios y la inversión externa", añade.

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"El exilio de Juan Carlos muestra las grietas constitucionales de la España moderna", titula Bloomberg

Según Bloomberg, es evidente que los requerimientos formales para cualquier cambio constitucional son muy complejos, pero recuerda que se podría desbordar como ya sucedió con el referéndum del 1-O. Un escenario que ahora tendría que afrontar el gobierno del PSOE y Podemos.

"La crisis catalana de octubre del 2017 demostró que el ordenamiento jurídico se puede tambalear cuando una policía antidisturbios fuertemente armada se enfrenta a manifestantes en la calle. Y esta vez no sería el PP conservador quien estaría en el poder en Madrid, sino una coalición de izquierdas mucho más ambivalente en la cuestión de la unidad española", recuerda. El diario recoge unas declaraciones del vicepresident de la Generalitat, Pere Aragonès, en las que admite que "si hay un momento para repensarlo todo es ahora".

Bloomberg afirma que la situación del mismo Felipe VI es delicada, porque, a diferencia de Isabel II, se ha convertido "en una figura aislada" y tiene partes del territorio "prohibidas", como es el caso de Catalunya. Recuerda que los premios Princesa de Girona no se pudieron celebrar el año pasado en la ciudad del Onyar y se tuvieron que trasladar a Barcelona, donde transcurrieron entre grandes protestas.