Manuel García-Castellón confesó el pasado cinco de octubre que engañó a las autoridades francesas para conseguir que se firmara un acuerdo de intercambio inmediato de información entre España y Francia con el objetivo de agilizar las investigaciones de miembros de ETA. El juez de la Audiencia Nacional presumía, y este jueves Junts per Catalunya ha llevado esta confesión al Congreso de los Diputados, en la comparecencia de Félix Bolaños en la comisión constitucional. La formación independentista le ha pedido explicaciones al ministro de Presidencia y de Justicia, y le ha preguntado sobre si se puede confiar en este juez, o bien si el ejecutivo presidido por Pedro Sánchez investigará esta confesión de un "juez deshonesto".
La respuesta de Bolaños ha estado clara. Ha cerrado filas con la justicia española. "Yo no valoro, como ministro de Justicia, sobre procedimientos ni jueces", ha dicho. Y le ha reclamado a Marta Madrenas, diputada de Junts, que "haga lo mismo". "Porque opinar sobre el trabajo de un juez en sede parlamentaria puede ser ofensivo por la judicatura", ha argumentado. Así, el ministro ha argumentado que el sistema judicial español es propio de una democracia consolidada, en el que cualquier fallo judicial se puede recurrir a instancias superiores.
Ha sido el mismo Bolaños quien, antes de entrar en esta comisión, ha opinado con cara de satisfacción sobre el criterio de la Fiscalía del Tribunal Supremo, que rechaza imputar a Carles Puigdemont en el caso Tsunami Democràtic. Preguntado por los medios de comunicación, el ministro de la Presidencia y Justicia ha estado claro. Ha reivindicado su "respeto absoluto por el trabajo de la Fiscalía", también para aquellos que hace un par de semanas tuvieron un criterio diametralmente opuesto, en tanto que defendían cazar al presidente en el exilio a través del delito de terrorismo. "Ya sabemos cuál es la posición definitiva de la Fiscalía del Tribunal Supremo en esta materia, y es que no existió terrorismo", ha manifestado Bolaños por los pasillos de la cámara baja.
La confesión de García-Castellón
García-Castellón explicaba en el vídeo que cuando era magistrado de enlace en Francia recibió la negativa al acuerdo: "Se nos dijo que no, que el intercambio inmediato de la información era imposible hacerlo, porque era revelar datos sumariales, datos del procedimiento, y que, por lo tanto, no se podían dar". "La situación era horrible porque teníamos un montón de muertos anuales", añade, para empezar a justificar lo que acabaría explicando.
El caso es que en 1998, el independentista corso Yvan Colonna mató al prefecto de Córcega, Claude Érignac. Colonna se convirtió en el hombre más buscado del momento en el estado francés, pero casi cuatro años después todavía no se lo había encontrado. Entonces, García-Castellón aprovechó la situación a favor suyo. "En aquel entorno, de esta tensión que ves que no te dan el acuerdo, después de estar ocho horas en una sala de reunión, se me ocurrió una mentira", relata.
¿Qué mentira? Pues que "Colonna está localizado en España", pero que cuando sea detenido no pasarían ninguna información en Francia. "No les puedo decir dónde, pero digamos que en el entorno de la Costa del Sol", añadió. La realidad es que nunca había salido de la isla y fue detenido en junio del 2003.