El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, de 65 años y uno de los más escépticos del mundo sobre la gravedad del coronavirus, informó este martes que dio positivo por COVID-19 y comenzó a ser tratado con cloroquina. "Comenzó el domingo con una breve indisposición", dijo el propio mandatario a periodistas en su residencia oficial, quien aseguró que se siente "perfectamente bien".
Bolsonaro, según había indicado la Presidencia de Brasil antes de hacerse la prueba, presentaba un "buen estado de salud" y estaba "en su residencia", aunque según CNN Brasil, llegó a tener "fiebre de 38ºC".
Durante los últimos meses, Bolsonaro ha desafiado casi a diario al virus, circulando por las calles en plena cuarentena, al asistir a actos públicos sin la máscara preceptiva, abrazando y besando a partidarios sin cuidado alguno y con un desdeño constante frente a la enfermedad.
Antes de saber el resultado, Bolsonaro comunicó a un grupo de simpatizantes en la puerta del Palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia, que acababa de ir al hospital para hacerse una radiografía y que se sometería a otro test: "Vine del hospital ahora, me hice una radiografía del pulmón y está limpio, ¿vale? Voy a hacer un examen de la Covid-19 dentro de poco, pero está todo bien".
Bolsonaro, uno de los pocos líderes mundiales negacionistas sobre el peligro de la enfermedad, que califica de "gripecita", y que censura las medidas de aislamiento social, iba con mascarilla cuando se acercó a sus seguidores, con los que se tomó fotos, aunque intentó guardar algo de distancia por precaución.
El presidente se sometió anteriormente a otros tres test para detectar si había contraído el virus, que en Brasil ya deja 1,6 millones de infectados y cerca de 65.500 fallecidos.
Tres test negativos
Los resultados de los tres análisis anteriores, que según el mandatario habían dado negativo, pero que siempre se negó a difundir en su integridad, fueron exigidos ante la Justicia por el diario O Estado de Sao Paulo, bajo la alegación de que, por tratarse del jefe de Estado, tienen "interés público".
Tras un largo camino judicial, un juez de la Corte Suprema determinó en mayo la divulgación de los exámenes, en los que efectivamente el resultado era negativo para los tres.
Bolsonaro, que considera un "crimen" la imposición de cuarentenas porque, según él, son una ruina económica para el país, ha minusvalorado la enfermedad y contrariado las recomendaciones sanitarias desde el inicio de la crisis sanitaria en el país, hoy el segundo del mundo con más muertes y casos confirmados.