La tensión entre la dirección oficialista del PDeCAT y Carles Puigdemont ha subido un grado este viernes. El presidente del PDeCAT, David Bonvehí, en un duro comunicado, ha acusado los puigdemontistas de "romper con la palabra dada" y "los acuerdos firmados" sobre el uso de la marca Junts per Catalunya.
Bonvehí ha reaccionado con contundencia después de trascender que Puigdemont ha conseguido el control de JxCat mediante un cambio en el registro de partidos del Ministerio del Interior. La presidencia del partido ha quedado ahora en manos de Carles Valls Arnó, alcalde de Balanyà, afín al president en el exilio y al presidente de la Crida, Jordi Sànchez. Hasta ahora figuraba como presidenta del partido JxCat, inscrito en el 2018, Laia Canet.
Según Bonvehí, el PDeCAT "ha priorizado en todo momento la voluntad constructiva desde el respeto y la mayor honestidad política" en todo el proceso de negociación para la ordenación del espacio de Junts per Catalunya.
El comunicado añade que se firmaron acuerdos con Jordi Sànchez, que representaba a Puigdemont en la negociación sobre el encaje del PDeCAT en el proyecto de JxCat, según los cuales "cualquier cambio en Junts per Catalunya tenía que ser acordado y avalado también por el Partido Demócrata, circunstancia que no se ha producido".
Consultas en el registro de partidos
Bonvehí anuncia que el PDeCAT hará las "consultas oportunas" en el registro de partidos "para conocer en base a qué documentos se han hecho estos cambios". "Nos reiteramos que Junts per Catalunya no puede ser entendido sin el Partido Demócrata, tal como consta en todos los acuerdos establecidos hasta fecha de hoy," añade el texto.
"Lamentamos que este comportamiento y compromiso no haya sido asumido por todas las otras partes, rompiéndose no sólo con la palabra dada, sino, incluso, con los acuerdos firmados, y prescindiendo así de todos los principios de buena fe y confianza que tienen que regir el comportamiento ético y político", concluye el comunicado.