La presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha sido la encargada de abrir este viernes la II Cumbre contra la corrupción que se celebra durante la mañana en la cámara catalana, y en su discurso no ha podido evitar referirse a su causa judicial por el presunto fraccionamiento de contratos cuando estaba al frente de la Institució de les Lletres Catalanes. En este sentido, Borràs ha avisado de que existe una utilización de la acusación de la corrupción con finalidades interesadas: "En democracias viciadas con tics autoritarios, la corrupción también puede dejar de ser un problema que hay que eliminar y convertirse de manera perversa en una arma para combatir la disidencia política", ha dicho en su discurso.
La presidenta del Parlament, después de una jornada maratoniana el jueves en la cámara que acabó con un acuerdo independentista para mantener el voto de Lluís Puig, también ha hecho referencia a este aspecto: "La democracia también está en asedio. Ayer sufríamos una muestra hasta muy tarde en el Parlament". En este sentido, ha apuntado que en países avanzados donde la separación de poderes está consolidada como la piedra angular del estado de derecho, es mucho más alcanzable extinguir la corrupción que en países donde la democracia es "un edificio con cimientos poco sólidos y firmes". Por eso, ha asegurado que utilizar la corrupción para combatir la disidencia "constituye una vulneración flagrante de los derechos fundamentales", que tiene como objetivo "ensuciar con la mancha de la corrupción" a los adversarios políticos, subvirtiendo y pervirtiendo la democracia.
Esta cumbre contra la corrupción, nacida a raíz de una resolución del año 2013, celebra su segunda edición dos años después de crearse, en julio de 2020, en una sesión donde se aprobó una sesión de trabajo para combatir las causas estructurales de la corrupción. Borràs ha dicho que el principal objetivo de esta cumbre es reforzar los mecanismos de la lucha contra la corrupción, también para perfeccionar la democracia: "La corrupción es uno de los principales enemigos de la democracia". "Un fenómeno con efectos tan devastadores en nuestra sociedad merece que se analicen y combatan las causas, que es la mejor manera de acabar con este problema", ha añadido Borràs, para después dar paso a Itziar Gonález, del Observatorio contra la Corrupción.
Esta cumbre llega la misma semana en que ha aumentado la presión sobre Borràs por su caso judicial, después de que la semana anterior fuera procesada, quedando a un paso del juicio por prevaricación, fraude administrativo, falsedad documental y malversación. Tanto ERC como la CUP, sin pedir directamente la dimisión, han ido lanzando mensajes reclamando a la presidenta que preserve la honorabilidad de la institución, y entonces Borràs dio una conferencia para asegurar que no piensa dimitir y para declararse culpable y víctima de la persecución del estado.