"No soy culpable, no he cometido ningún delito". Laura Borràs ha comparecido este jueves, a petición propia pero a puerta cerrada, ante la comisión del estatuto del diputado del Congreso, que elaborará un dictamen sobre si procede aceptar o no el suplicatorio del Tribunal Supremo. La portavoz de JxCat ha arrancado su comparecencia negando todas las acusaciones contra su etapa al frente de la Institución de las Letras Catalanas (ILC), asegurando que ella no tendría que estar aquí. No obstante, ha admitido que no es ingenua. "Demasiados informes beneméritos inventados", ha lamentado recordando el caso del 8-M. Como no le han permitido que la comparecencia fuera pública, ha vuelto a exponer todas sus alegaciones ante los medios de comunicación. Ella es "una rival política de la unidad de España" y la investigación es una "persecución política sin indicios de delito".
Acusada por prevaricación, malversación, prevaricación, fraude y falsedad documental por supuestos contratos irregulares, Borràs ha negado todos los extremos desde el principio. "Lo digo desde ya: no soy culpable. No he cometido ninguno de los presuntos delitos de los que se me acusa", ha arrancado la rueda de prensa posterior. Cargada de material documental, ha denunciado un amplio "catálogo de irregularidades procesales" y una "ausencia absoluta de hechos susceptibles de ser perseguidos penalmente". Ha considerado "indignante" que se intente "perjudicar" su nombre y su trayectoria, marcadas por "la transparencia, la austeridad y el rendimiento de cuentas".
Borràs ha admitido que no es "ilusa" y ha denunciado que "en la que presume de ser la democracia más consolidada del mundo soy yo la que tiene que demostrar mi propia inocencia". En este sentido, ha criticado que "lo que se me ha aplicado es la presunción de culpabilidad" y que "los que me acusan no han tenido ninguna necesidad de probar mi culpabilidad".
En este contexto, la portavoz de JxCat en el Congreso ha comparado su caso con otros, enmarcándolo en una "nueva normalidad judicial". Ha recordado que su caso también empezó con un informe de la Guardia Civil cuando era consellera de la Generalitat. "Demasiado informes beneméritos se han convertido en informes predeterminados, informes arbitrarios, informes subjetivos, cuando no informas directamente inventados", ha subrayado. "El lema todo por la patria se ha extendido entre los mecanismos de la justicia", ha asegurado. Ha advertido a los diputados, especialmente los del PSOE y Unidas Podemos, que "los del a por ellos ya son los del a por ustedes".
"Este tipo de informe no se utilizan sólo ahora en mi contra. También se utilizan contra el delegado del Gobierno en Madrid", ha constatado. "Es un modus operandi", ha cargado la dirigente independentista.
Por todo eso, Borràs ha pedido a los diputados que "sean más demócratas que patriotas", que "no permitan que el anhelo de eliminar a un adversario político les lleve a justificar la vulneración de los pilares del estado de derecho". Ha avisado de que "hoy soy yo quien se ve en esta situación", pero que "mañana puede ser cualquiera de ellos". Y ha concluido al respecto: "Los diputados no tendrían que ser jueces, ni esta cámara tendría que ser un tribunal, ni esta comparecencia tendría que ser un juicio". Si se acepta el suplicatorio, "no tendré un juicio justo".
Una retahíla de vulneraciones
Durante su rueda de prensa, Borràs ha denunciado una retahíla de vulneraciones. En primer lugar, que no ha tenido un proceso con las debidas garantías y que se le ha hecho una "investigación prospectiva", sobre su persona y no sobre uno hechos, que están prohibidas por el ordenamiento jurídico español. También ha constatado que la jueza ordinaria que inició la causa, además de "incompetente" (porque ella era diputada y estaba aforada), ha sido "negligente".
En este sentido, Borràs ha señalado que los Mossos d'Esquadra la investigaron y que no encontraron ningún indicio de irregularidad. No obstante, la Guardia Civil impulsó una segunda investigación, que la fiscalía hinchó para perseguirla. En medio, ha lamentado, se han producido filtraciones interesadas a medios de comunicación.
La portavoz de JxCat también ha criticado que, a día de hoy, todavía no haya tenido conocimiento directo --sino indirecto-- del contenido del suplicatorio del Tribunal Supremo, que le imputa cuatro graves delitos. Un Supremo que, según ha dicho, ha aceptado "acríticamente" el relato construido por la Guardia Civil. Ha subrayado como la investigación nació de una "conversación entre drogodependientes" donde uno de los interlocutores decía que hacía "trapis" con ella. Sobre los correos electrónicos, que dice que conoció a través de los medios, sostiene que están "burdamente manipulados".
Los tribunales sostienen que Borràs y el empresario Isaías Herrero habrían actuado "de común acuerdo" para fraccionar de manera ilegal los contratos y falsificar los presupuestos presentados en cada expediente simulando la participación de terceras personas. La dirigente de JxCat ha remarcado que todo se hizo de acuerdo con la ley, y que los contratos estaban debidamente justificados.
Posición común independentista
Preguntada por la posición de ERC y la CUP sobre el suplicatorio, Borràs ha deseado que sea una "posición conjunta del independentismo" ante esta persecución, pero ha señalado que no le corresponde a ella decidirlo. Ha lamentado que no ha hablado con Gabriel Rufián sobre la cuestión aunque "le he estado persiguiendo desde hace tiempo para ponerle al corriente". Espera que las profusas explicaciones de hoy sirvan.
El camino del suplicatorio
Después de declarar este jueves, la comisión del estatuto del diputado tendrá que elaborar un dictamen sobre si procede aceptar o no el suplicatorio del Tribunal Supremo. Una vez terminadas estas conclusiones, se elevará al primer pleno ordinario de la cámara, que lo someterá a votación de los 350 diputados. En un plazo de ocho días después de la votación, la presidenta Batet tendrá que trasladar la decisión al Supremo, que estará obligado a informar de todos los autos y sentencias que afecten a Borràs.