El Parlament ha aprobado este jueves el dictamen que defiende que el diputado de la CUP Pau Juvillà preserve su escaño, y lo ha hecho sin haber convocado a Juvillà al pleno y también sin aceptarle el derecho a voto. Para sumar contradicciones, la CUP ha decidido no votar el dictamen que elaboraron precisamente los anticapitalistas con ERC y Junts, y así lo ha hecho porque consideran que si no ha sido convocado ni tiene derecho a voto, se está contradiciendo el mismo dictamen que se ha aprobado hoy: en definitiva, los cupaires sospechan que ya no es diputado. Así pues, el Parlament hoy con los votos a favor de ERC, Junts y comuns ha aprobado un informe que defiende mantener el escaño de Juvillà un día antes de que acabe el plazo que la Junta Electoral Central ha impuesto a Borràs para informar sobre las acciones que ha llevado a cabo para ejecutar la retirada del acta del diputado, que fue condenado a seis meses de inhabilitación por no haber retirado unos lazos amarillos de su despacho de la Paeria de Lleida cuando era concejal.
Todo ha sucedido en una sesión que ha empezado con mucho nerviosismo. Hoy Borràs ha convocado a una Junta de Portavoces a las 13.30 horas para abordar el orden del día del pleno, que se ha acordado con un único punto, el de la votación del dictamen que se había aprobado ayer en la Comisión del Estatuto del Diputado. Tan pronto como se ha convocado para las 17.00 horas el pleno, la CUP ha hecho la solicitud de delegación de voto para Juvillà. Las delegaciones de voto son muy habituales en los últimos tiempos ya que a causa de la covid el aforo en el hemiciclo es reducido, y es Borràs quien las acepta o no. Normalmente, la presidenta envía las delegaciones de voto tiempo antes de empezar el pleno, pero hoy no ha estado así. Se ha iniciado el pleno, donde Borràs ha entrado acompañada de dirigentes de Junts como Mònica Sales, Elsa Artadi y Aurora Madaula, y la CUP todavía no sabía si Juvillà podía votar o no. Ha sido el diputado de Vox Ignacio Garriga quien ha pedido la palabra para saber qué delegaciones de voto había, y en concreto ha preguntado por Juvillà.
"La delegación de Pau Juvillà no consta en las delegaciones de voto que hemos aceptado para este pleno", ha sostenido Borràs, que ha dicho que así lo ha decidido en virtud del artículo 16.1 del reglamento, que hace referencia a los conflictos de intereses: "Es imprescindible la nitidez y claridad de la votación para preservar los derechos del diputado", ha dicho Borràs en referencia a la votación del dictamen, que ha reiterado que es una votación que no tiene que quedar contaminada por un conflicto de intereses. Esta situación es diferente a la del pleno del 17 de diciembre donde también se aprobó un dictamen para preservar su escaño: entonces Juvillà no votó porque lo afectaba a él directamente, pero sí que tenía derecho al voto.
¿Mantiene su escaño?
La duda sobre si Juvillà es o no diputado va creciendo, pero nadie lo quiere decir claro. La CUP sospecha que ya no es diputado y ve insultante que Borràs no se lo comunique, mientras que el dictamen aprobado establece que según el reglamento no tiene por qué haber perdido su condición de diputado. Además, los servicios del Parlament hoy ya no han convocado a Juvillà a la Junta de Portavoces ni al pleno. Para más detalles, en la Junta no había su carpeta con su nombre, un material que está siempre en las sesiones de este tipo. Durante el pleno, el diputado de Cs Nacho Martín Blanco ha preguntado directamente a Borràs si Juvillà sigue siendo diputado, pero la presidenta no ha dado respuesta.
Esta situación ha caído como un jarro de agua fría a la CUP, que está aumentando la tensión y desconfiando de Borràs, han manifestado fuentes anticapitalistas a ElNacional.cat. Ayer la CUP explicó a su militancia que se había ofrecido a presidir el Parlament para asumir las consecuencias judiciales derivadas de mantener el escaño de Juvillà, y hoy la diputada Eulàlia Reguant, después de conocer que no se le aceptaba la delegación de voto, ha anunciado que no votarían el dictamen por las contradicciones que supone. "No podemos normalizar la represión del Estado, la represión sistemática y persistente en la que nos tiene el estado español", ha reivindicado Reguant, que ha cargado contra la Junta Electoral Central, de la cual ha dicho que ha pasado por delante del Parlament y que "Cs, PP y Vox son sucursales, dando un nuevo golpe de estado a la democracia alterando lo que la ciudadanía de Catalunya decidió en las elecciones".
ERC: igual que Torrent
Más allá de la CUP, desde de ERC ha tomado la palabra Jordi Orobitg, que no ha entrado a valorar si Juvillà es diputado o no, y se ha limitado a reivindicar que hay que ampliar la base en cada injerencia y no perder de vista "al adversario real". Asimismo ha lanzado un dardo a Borràs: ha dicho que la situación de hoy era exactamente la de hace dos años, cuando se abordaba la defensa del escaño de Quim Torra y entonces Roger Torrent era el presidente del Parlament. De puertas adentro, los republicanos dicen que no entrarán a hacer fuego en esta cuestión en la que Junts reivindica que está haciendo más de lo que hizo Torrent, pero miembros de ERC sí que creen que no admitir el voto de Juvillà argumentando "conflicto de intereses" es una excusa de Borràs.
Junts en cambio ha tenido que asumir esta decisión de no aceptar el voto y lo ha hecho estando al lado de Borràs y reivindicando que nadie les tiene que dar ninguna lección a su grupo sobre determinación política. El diputado Francesc de Dalmases ha cargado contra la JEC por no respetar el reglamento de la cámara, y ha reivindicado que el independentismo ha trabajado con franqueza para abordar el caso Juvillà: "Cuando hace falta, lo pagamos con exilio o prisión", ha garantizado.
Desde los comuns, David Cid ha lamentado que a Borràs se le haya "escapado" la gestión de las manos, y ha dicho que aunque parecía que el debate era sobre el escaño de Juvillà, al final ha girado en torno a "si Borràs se atreve a hacer lo que no hizo Roger Torrent": "Queda claro que se impone la vía Torrent, un torrente de realidad que les ha pasado por encima".
Desde el PSC, Alícia Romero, que esta vez a diferencia de diciembre no se ha sumado a la defensa del escaño de Juvillà, ha acusado a los soberanistas de hacer un espectáculo vergonzante. Desde Vox, Ignacio Garriga ha vuelto a amenazar a Borràs si no cumple la resolución de la JEC. Desde Cs, Carlos Carrizosa ha reprochado al independentismo buscar "fórmulas mágicas"; mientras que Alejandro Fernández (PP) ha reprochado a Borràs "una combinación de arrogancia e infantilismo".