Cuenta atrás para investir al 132.º presidente de la Generalitat de Catalunya. El viernes acaba el plazo para presentar un candidato al Parlamento y, con un preacuerdo de ERC y la CUP para la investidura de Pere Aragonès sobre la mesa, las negociaciones continúan contra reloj entre los partidos.
En la primera ronda, el nuevo jefe del ejecutivo tendría que ser investido con la mayoría absoluta de la Cámara, un escenario que, de momento, parece inviable. Por una parte, Salvador Illa (PSC), ganador de las elecciones, había anunciado su voluntad de presentarse, pero sin el apoyo de ninguna otra formación no sumaría bastantes escaños. Por otra, Pere Aragonès (ERC) ya tiene un preacuerdo con los cupaires y eso lo convertiría en el candidato con más posibilidades de ser investido, aunque tampoco lo conseguiría en esta primera sesión.
Este es el tablero que hay cuando faltan cuatro días para el plenario. La nueva presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha anunciado que mañana mismo iniciará la ronda de consultas con las formaciones. Empezará por los grupos con menos representación y, según ha asegurado, está convencida de que el viernes habrá una sesión con un candidato con posibilidades y no un acto equivalente.
En una entrevista en TV3 este lunes, Borràs se ha querido desmarcar de las negociaciones que mantienen los partidos independentistas, pero ha afirmado que todavía se está trabajando. "No me toca hablar de eso. Los espacios políticos del independentismo están trabajando para un acuerdo que represente los resultados del 14-F. Yo ahora me mantengo en la distancia y les dejo trabajar, pero sé que se trabaja para poner unos nuevos fundamentos en las relaciones", ha explicado. Sin embargo, los negociadores tienen claro que es casi imposible que el pacto esté terminado para el viernes 26 de marzo.
La ley establece que la presidenta dispone de estos diez días para consultar a los representantes de los partidos o de los grupos políticos y "proponer al pleno un candidato o candidata a la presidencia de la Generalitat". La norma establece que, en caso de que la investidura no prospere en una primera votación por mayoría absoluta ni en una segunda votación, 48 horas más tarde, por mayoría simple, se pone en marcha un plazo de dos meses para un segundo debate de investidura. Si tampoco, pasado este tiempo, es posible investir a un nuevo president de la Generalitat, el Parlament queda disuelto automáticamente y Aragonès, como vicepresidente de la Generalitat en funciones de presidente, tendrá que convocar elecciones "de manera inmediata".
Su presidencia
Con respecto al derecho al voto del diputado exiliado Lluís Puig, Borràs ha sido clara como ya lo fue en su discurso de investidura y ha asegurado que mantendrá sus derechos "intactos". "Seguiré los principios de la democracia. Los diputados tienen que ejercer su derecho al voto y yo lo preservaré", ha apuntado. En este sentido, ha lamentado que durante mucho tiempo se haya intentado "coaccionar" al Parlament de Catalunya y ha prometido que "recuperará la normalidad".
Por otra parte, ha descartado hacer cambios en el reglamento de la Cámara, ya que, según ha dicho, corresponde a los grupos parlamentarios y a la Mesa. Lo que sí que ha anunciado es que habrá cambios en la secretaría general, hasta ahora ocupada por Xavier Muro.