La nueva presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha prometido "hacer respetar" la institución "ante las injerencias exteriores" y "culminar" el proceso "de liberación nacional". Lo ha hecho en su primera intervención como máxima autoridad de la cámara catalana después de ser elegida con los votos de ERC y JxCat en la sesión constitutiva que se ha celebrado este viernes por la mañana.

Borràs ha querido tomar de referente la presidencia de Carme Forcadell y ha asegurado que su objetivo es "continuar su trabajo allí donde lo dejó". La presidenta ha denunciado que la republicana cumpla pena de prisión por haber permitido debates y lo ha calificado de "anomalía". "No nos cansaremos de denunciarlo", ha dicho en presencia de la misma Forcadell, que ha podido asistir a la sesión porque, igual que la exconsellera Dolors Bassa, mantiene por ahora el tercer grado.

 

La nueva presidenta de la Cámara ha dejado claro, pues, que en la institución que ya preside "se tiene que poder hablar de todo" y ha advertido que "sin separación de poderes no hay democracia", en referencia a las injerencias de los tribunales españoles en la actividad parlamentaria. La última, precisamente, ha sido una querella de la Fiscalía contra el último president, Roger Torrent, y el resto de miembros independentistas de la Mesa. "Haré que esta Cámara sea respetada ante toda injerencia exterior. Protegeré el Parlament de la guerra sucia del Estado contra Catalunya", ha aclarado sin vacilaciones Borràs.

Además de Forcadell, Borràs ha querido citar la existencia de presos políticos, exiliados y represaliados y ha dedicado un saludo especial a la exconsellera Meritxell Serret, que ayer mismo volvió al Estado después de haber estado exiliada en Bruselas desde la aplicación del artículo 155. Serret compareció ante el Tribunal Supremo y quedó en libertad.

La sesión se ha celebrado en el Auditorio para cumplir con la distancia de seguridad / Foto: Sergi Alcàzar

Por último, en clave soberanista, Borràs se ha conjurado a "cumplir el mandato del 14-F", en una clara advertencia a los poderes españoles que pondrá en valor la mayoría de 74 escaños alcanzada por las tres formaciones independentistas. La última legislatura, el mandato de las urnas, el del 21-D, se vio gravemente alterado por las injerencias judiciales, que hicieron que hasta tres candidatos de JxCat fueran vetados para ocupar la presidencia del Govern.

Pasado, presente y futuro

En su intervención, la presidenta de la cámara también ha querido centrarse en el presente instando a los diputados a hacer un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas de la Covid-19 y ha apuntado que el hecho de que la sesión constitutiva se haya hecho en el Auditorio y no en la sala de plenos es una muestra más de la excepcionalidad de la situación sanitaria.

Antes, Borràs ha recordado de dónde viene el Parlament haciendo mención de la cámara republicana, que representó la soberanía del pueblo catalán desde 1932 hasta en 1939, y también a las Corts catalanas, abolidas por "el autoritarismo borbónico". Con un ojo puesto en el futuro, Borràs ha prometido trabajar para que el Parlament "sea pionero" y "tan útil digitalmente como sea posible". En este sentido, Borràs ha celebrado que por primera vez la presidencia y las dos vicepresidencias estén ocupadas por mujeres. La vicepresidenta primera es Anna Caula (ERC) y la segunda Eva Granados (PSC).

Durante su discurso, los seis diputados del grupo de Ciudadanos han abandonado la sesión para mostrar su rechazo al contenido. Antes, su líder, Carlos Carrizosa, ha buscado protagonismo interrumpiendo hasta dos veces el discurso del president de la Mesa de Edad, Ernest Maragall.