La diputada al Congreso de JxCat Laura Borràs (Barcelona, 1970) avisa de que una nueva mayoría independentista tendrá el mandato de hacer efectivo el 1-O y que superar el 50% de los votos en las elecciones no tiene que ser la condición. En la recta final de la campaña para las primarias que JxCat celebra esta fin de semana para escoger a su presidenciable, afirma que tiene en la cabeza los nombres que integrarían su gobierno y se muestra muy crítica con la no investidura de Carles Puigdemont al principio de la legislatura, por lo cual reclama un Parlament que no acepte sometimientos ni injerencias del Estado. "Hemos tenido un Parlament con mayoría absoluta independentista y no hemos avanzado hacia la independencia", reprocha en un cuestionario que ElNacional.cat les ha planteado a ella y al también candidato Damià Calvet.

Foto: Sergi Alcàzar

¿Estas elecciones van de Covid o de independencia?
És una disyuntiva falsa, es un marco mental donde nos quieren situar. Pero la Covid ha puesto de manifiesto que para poder gestionar con capacidad y plenitud de recursos nos es necesaria más que nunca la independencia.

¿Contempla la vía unilateral como una alternativa real?
No es que la contemple yo, la contempla la ponencia política de JxCat que hemos votado de manera masiva la militancia. Naturalmente que sí.

Hay muchas legitimidades democráticas que han salido adelante con cifras menores que este 50%

¿Si consiguiera ser presidenta de la Generalitat con una mayoría absoluta de los votos, qué haría? ¿Levantaría la suspensión de la DUI? ¿Cuál sería su hoja de ruta?
También esto lo marca JxCat. La ponencia política concreta que tenemos que hacer efectivo el mandato del 1-O. Se puede hacer por la vía de la legitimidad de más del 50% de los votos, que es un hito que no hemos conseguido nunca. Pero en cualquier caso hay muchas legitimidades democráticas que han salido adelante con cifras menores que este 50%. Lo que importa verdaderamente es la voluntad de sacarlo adelante. Ahora hemos tenido un Parlament con mayoría absoluta independentista y no hemos avanzado hacia la independencia. Hacen falta esta unidad de acción, este compromiso y este hacer efectivo el mandato del 1-O, que claro está es inequívoco. Si yo dispongo de mayoría absoluta y estoy en política para hacerlo efectivo, lo llevaría a cabo.

En confrontación con el Estado...
No es que nosotros nos confrontemos con el Estado, el Estado se ha confrontado previamente con nosotros. Con una violencia y represión que no ha quedado atrás sino que se ha incrementado. Por lo tanto, para nosotros la confrontación es este resistir, no dar pasos atrás. Resistir es vencer. 

Si después de las próximas elecciones JxCat reedita un acuerdo de gobierno con ERC, ¿cómo se podrá evitar que se repitan las desconfianzas y tensiones?
Con un gobierno fuerte. Para salir adelante tendremos que hacerlo de manera conjunta todos los independentistas, pero en torno a una presidencia fuerte y un gobierno fuerte donde haya un compromiso inequívoco de sus miembros.

Un president tiene que ejercer la responsabilidad de manera completa, con fuerza, con consellers, a su lado de manera inequívoca

¿Qué errores cometió Quim Torra como president que usted quisiera evitar?
Más que los errores que él haya podido cometer, creo que es más el contexto en que se llevó a cabo esta presidencia. La legislatura empezó con muy mal pie. La no investidura del president Puigdemont al principio de la legislatura, el 30 de enero, puso de manifiesto las diversas estrategias y la desunión en el corazón del independentismo. Se hicieron unos pactos de gobierno, el principal de los cuales no se respetó. Esto condicionó el resto de pactos, y dejó al president en muchas ocasiones en situación de debilidad. Un president tiene que poder ejercer esta responsabilidad de manera completa, con fuerza, con consellers que estén a su lado de manera inequívoca.

El 14-F será un plebiscito sobre vías hacia la independencia. Todo el mundo tendrá que dejar claro qué quiere decir ser independentista

¿Y cómo conseguirlo?
La fuerza siempre te la dan los votos y después el respeto al juego democrático y al veredicto de las urnas. De esta manera, encontraremos en el 14-F también una suerte de plebiscito interno dentro del independentismo, de ver cuáles son las vías que la ciudadanía piensa que tienen que poder imponerse para seguir avanzando hacia la independencia. Todo el mundo tendrá que dejar claro qué quiere decir ser independentista.

¿Si se repitiera el acuerdo de Govern, JxCat votaría a Roger Torrent como president del Parlament?
Entiendo que se tendrá que ver en qué términos se acuerda un gobierno, en qué equilibrio de fuerzas derivadas de las urnas. Esta legislatura se hizo con mucha generosidad por parte de JxCat, que tenía dos escaños más que ERC, pero en cambio hizo un pacto prácticamente al 50%. Lo primero que hará falta es que la ciudadanía refrende cuál es la estrategia que considera para salir adelante. Y a partir de aquí, obediencia al mandato y un gobierno inequívocamente fiel a este mandato.

Foto: Sergi Alcàzar

Mi compromiso es un Parlament no sometido, sin injerencias como la permitida de manera continuada a partir del 30 de enero

¿Pero aceptaría una candidatura de Roger Torrent al Parlament?
Yo tengo claro lo que yo haría si estuviera en esta situación. Pero entiendo que no me corresponde ahora en este momento hablar de otras personas, de otros partidos. Lo que me corresponde es marcar mi compromiso y la exigencia de tener un Parlament soberano, no rendido, no sometido, que no permita injerencias externas como las que se permitieron de manera continuada a partir del 30 de enero. Tuvimos una investidura aplazada, después prohibida, después encarcelada, y finalmente inhabilitada. Hemos acabado que no se puede ni publicar en el diario de sesiones los debates que se tienen en el seno del Parlament.

Quiero rodearme de las personas más capaces, que más y mejor pueden llevar a cabo su trabajo. Tengo los nombres

¿Tiene en la cabeza cuál sería su Consell Executivo? ¿Cree que si gobierna en coalición con ERC tiene que poder tener capacidad de vetar consellers o asumirá los que le presenten?
Nunca me gusta hablar de vetos. Me gusta hablar de propuestas. Quiero rodearme de las personas más capaces, que más y mejor puedan llevar a cabo su trabajo. Eso sólo se puede hacer en base a profesionalidad, a un nivel de autoexigencia que yo me aplico a mí y a las personas con las cuales trabajo. Por lo tanto se trata no tanto de verlo en negativo sino en positivo.

¿Pues, en positivo, tiene los nombres en la cabeza de su consejo ejecutivo?
Tengo nombres en la cabeza porque trabajo con personas que demuestran su capacidad y experiencia. Es obligación de un presidente marcar las estrategias y el liderazgo de escoger a las personas que están en mejor disposición para poder desarrollar su trabajo al frente de cada una de las conselleries.

¿Qué nombres?
No diré nombres. De ninguna manera diré nombres. Me da la impresión que es avanzar muchas pantallas.

¿JxCat es un proyecto personalista de Puigdemont? Hay algo más que los una, aparte de Puigdemont?
No lo diría así. No diría que JxCat sea un partido personalista en torno al president Puigdemont. Puigdemont es el president legítimo, un líder del país. Ahora bien, JxCat es un proyecto que es mucho más que unas siglas, quiere responder a su idea generosa y de unidad de hacer una lista de país. La transversalidad es clave. Este proyecto es de Puigdemont, pero también del secretario general Jordi Sánchez o los vicepresidentes, como Jordi Turull. Por lo tanto, es un espacio de inclusión y suma, que quiere multiplicar para el país.

Siempre he dejado claro qué pienso respecto de alianzas con partidos que por principio siguen formando parte del 155

¿La política catalana ha recosido heridas? ¿Está dispuesta a reconstruir puentes de diálogo con Miquel Iceta (PSC), Carlos Carrizosa (Cs) y Alejandro Fernández (PP)?
He sido siempre una persona de diálogo, que busca el consenso. Recoser es una manera mía de hacer, sin embargo con las formaciones políticas que me pregunta, creo que hay una fractura que es casi de naturaleza moral. Cuando hay presos, exiliados, represaliados, cuando hay tanto dolor de tantas personas y la reacción es de más crueldad o de más insensibilidad, es necesaria una apelación a lo que tiene que ser la política en base a unos criterios éticos y morales que tendrían que ser compartidos. Es muy difícil, cuando estos criterios no son compartidos, generar puntos de diálogo. Dicho esto, en el Congreso estoy diariamente teniendo que negociar con estos partidos porque el trabajo político tiene que ver con esta negociación. En todo caso, yo he dejado siempre claro cuál pienso que tiene que ser el posicionamiento de JxCat con respecto a mantener alianzas con partidos que por principio siguen formando parte del 155, del bloque que quería aplicarlo y por lo tanto del bloque que no modifica sus consecuencias actuales.

Foto: Sergi Alcàzar

¿Con quién preferiría pactar, con el PDeCAT o con los comunes?
Al PDeCAT le he reconocido siempre la generosidad de, en un momento trascendental como eran las listas el 21-D, haber estado a la altura y haber demostrado una generosidad que no he visto en otros partidos. Por lo tanto, espero que esta posibilidad, que ya la hemos practicado, se pueda repetir. E interpelar siempre a los comunes, que puedan ser valientes, que puedan ser decididos, estar en consonancia y coherencia con sus propias ideas cuando hablan de derechos humanos, de situaciones de respeto al derecho a la autodeterminación. Y que sean capaces de hacerlo ahora que están en una situación de poder transformarlo en políticas reales.

Si yo hubiera sido consellera de Justícia sí habría hecho cosas diferentes a como se han hecho [con los presos]

Ustedes denuncian la situación de los presos políticos, encerrados en las prisiones catalanas. ¿Habría actuado diferente si hubiera sido consellera de Justícia?
Yo misma he interpelado a la consellera de Justícia ante actitudes que son importantes en esta manera de relacionarnos con el Estado, y en que, por lo tanto, hay que pedir siempre la máxima ambición, tener una actitud que no sea de tutela, subordinación, subsidiaria. Si yo hubiera sido consellera de Justícia sí habría hecho cosas diferentes a como se han hecho.

JxCat no tenía Justicia pero sí encabezaba la conselleria de Interior. ¿Cree que los Mossos no respondieron como correspondía ante las protestas por la sentencia del 1-O? ¿Lo habría hecho diferente si hubiera sido consellera?
Lo dije en su momento, cuando estaba pasando, ante prácticas que considero que una policía democrática no tiene que tener y que considero que hay que corregir. En esta línea el conseller Sàmper ha anunciado cambios en la conselleria con una premisa fundamental, que es el respeto absoluto y escrupuloso a los derechos humanos por parte de una policía que se quiere democrática.

Foto: Sergi Alcàzar

¿Le preocupan los movimientos que se están produciendo en el panorama financiero catalán? ¿Habría preferido que CaixaBank y el Banco Sabadell no hubieran hecho operaciones con Bankia y BBVA?
Denuncio estos oligopolios, estos grupos de poder que nos descapitalizan y no dan servicio a las necesidades financieras que tiene una estructura de país y una economía como es la catalana, en que el 90% son pequeñas y medianas empresas y por lo tanto necesitamos también estructuras financieras que crean en el país, apuesten y den servicio a sus necesidades. Por lo tanto, todo lo que representa esta hiperconcentración de poder, como está pasando ahora en el ámbito financiero, pero que también ha pasado en otras dimensiones en torno a las multinacionales y grandes empresas del Ibex que se concentran en Madrid, son maneras de hacer que son radicalmente opuestas a lo que nosotros necesitamos.

¿Qué futuro le ve a la Corona española? ¿Leonor será reina?
La Corona española es un anacronismo. Lo que es extraño es que haya sobrevivido y además con las prácticas que hemos venido conociendo los últimos tiempos hasta el día de hoy. Es profundamente antidemocrática como forma de funcionamiento, pero es que además esta monarquía todavía está más deslegitimada porque fue un dictador quien escogió a dedo al padre del actual monarca.

¿Cree que se tendrían que haber parado los desahucios durante la pandemia?
No sólo eso. Presentamos como motivo para no votar a favor de un estado de alarma que no contemplaban que se pararan los desahucios durante la pandemia.

¿Se habrían tenido que reabrir antes las actividades cerradas por el coronavirus?
Siempre hemos de tener presente cuál es la situación de emergencia sanitaria. Por lo tanto, confiar en los expertos, en su criterio. Y tenemos que poder hacer compatible vida y economía. Algunas actividades ha parecido extraño que no se reabrieran al público con las circunstancias de seguridad con que se podía hacer. Hablo, por ejemplo, del mundo de la cultura, que ha demostrado que es segura. Esto es lo que se ha luchado desde el interior del Govern. Pero se han cubierto los criterios sanitarios, y ante los criterios sanitarios, tienen que hablar los expertos.

Es absolutamente lamentable que vivamos en el siglo XXI sabiendo que se usan los recursos del Estado contra una disidencia política

¿A veces piensa, cuando habla por teléfono, que la están escuchando?
A veces no, siempre y en todo momento. A veces tengo la certeza, porque oigo fenómenos paranormales que parecen Poltergeist y siempre saludo. Bromas aparte, es absolutamente lamentable que vivamos en el siglo XXI pensando y sabiendo, teniendo muchas evidencias, de que el espionaje es un hecho y que se utilizan los recursos del Estado para tener controlada e ir en contra de una disidencia política.

Foto: Sergi Alcàzar

¿Utiliza plataformas alternativas? La Guardia Civil, mientras escuchaba las conversaciones por la operación Volhov, lo señaló como un elemento que hacía sospechosos a los intervenidos...
Sí, sí. Naturalmente que utilizamos todas las plataformas alternativas porque nuestro trabajo no es facilitarles la vida sino complicársela, intentar dificultarles ese trabajo, que es trabajo de las alcantarillas del Estado.

Según qué alineaciones en la Generalitat y el Barça podrían provocar un infarto en estamentos del Estado

¿Quién querría que fuera presidente del Barça?
Me permitirá que me reserve esta opinión, porque tengo varias personas conocidas que concurren. En cualquier caso, me imagino qué pasaría si hubiera según qué alineaciones en la presidencia de la Generalitat y la presidencia del Barça. Les podría coger un infarto considerable, a según qué estamentos del estado español.

¿Quién es la persona en quien más confía y que condiciona más sus decisiones?
En el ámbito personal es obvio que mi marido, mi hija, mi familia. Forman parte de aquellas anclas que me dan la razón de ser en el mundo. Desde el punto de vista político, dentro del viaje que hemos hecho en JxCat ha habido una especial complicidad con algunas personas. En este sentido, son referentes indiscutibles para mí y personas muy próximas, colaboradores muy queridos e imprescindibles, el diputado Francesc de Dalmases, el diputado y vicepresident del Parlament Josep Costa y el president Torra. Ahora bien, el referente en el ámbito político ha sido siempre el president Puigdemont.

La justicia es la última línea de defensa de la unidad territorial española

¿Cómo cree que le afectará el caso sobre los contratos fraccionados de la Institució de les Lletres Catalanes a su carrera política? ¿Confía en el Supremo?
La causa existe para que estemos hablando de eso, porque no hay causa. Hay una jueza que es incompetente que lleva a término una acción que es ilegal, que es encargar una investigación prospectiva, pero además la policía emite un informe que dice que no hay delito, que no hay fraccionamiento. La juez, en lugar de archivar la causa, cambia de fuerza policial. Yo he oído al ministro Marlaska hablar de esta fuerza policial como de una policía patriótica. Las conclusiones me parece que son lo bastante evidentes. La causa está hecha porque forma parte del mismo propósito que el Estado español ha tenido gobernara quien gobernara. La justicia es la última línea de defensa de la unidad territorial española. Por lo tanto, así actúan sus jueces al servicio de aquella instrucción que dio a la vicepresidenta Sáenz de Santamaría, decapitar el independentismo. Ellos perseveran en este camino suyo. Confianza en el Supremo, no puedo tener ninguna. Sigo teniendo el mismo juez que encarceló a nuestros compañeros, el mismo fiscal que hizo las acusaciones contra ellos.

¿Puede ser inhabilitada siendo presidenta?
No me corresponde a mí decirlo. No allanaré el trabajo al Supremo. Me defenderé como he hecho siempre. Lo que ellos dicen que he hecho, yo no lo he hecho. No porque lo diga yo, sino porque hay informes judiciales que lo ratifican.

Si me apartara, mi causa se archivaría, pero estaría dando la legitimidad a esta vía represiva. Mi obligación es plantar cara

¿Si viene al Parlament como diputada, su causa volverá al TSJC?
La justicia española hace lo que quiere, como quiere y cuando quiere. Nuestros compañeros no tendrían que haber sido juzgados nunca en el Tribunal Supremo, porque eran aforados del TSJC. Lo que sí haré es seguir defendiendo con uñas y dientes mi honorabilidad y todas las personas que han trabajado al frente de la Institució de Letres Catalanes. Esta es una causa política con la intención de que me aparte. Si lo hiciera, estaría legitimando la represión como una vía. Si yo me apartara, la causa se archivaría, pero estaría dando la legitimidad a esta vía represiva para cualquier otro compañero. Por lo tanto, mi obligación es plantar cara.