El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha intervenido hoy ante el consejo de seguridad de la ONU, y ha dado sus consejos para salir de la crisis del coronavirus.
Borrell ha asegurado que la pandemia del coronavirus ofrece una oportunidad para reconstruir un mundo mejor, como sucedió hace 75 años después del final de la Segunda Guerra Mundial. Ha asegurado que el COVID-19 es la mayor crisis desde 1945 y vuelve a demostrar que "los problemas globales requieren acción colectiva". "La crisis está exacerbando el odio y la xenofobia, el juego de culpabilidades y el alarmismo", ha soltado.
"El COVID-19 es una prueba para nuestra humanidad, pero también para el sistema multilateral. El orden internacional basado en normas, con la ONU en su centro, tiene que protegerse y reforzarse", ha defendido. Para el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, la actual crisis puede agravar conflictos y generar "nuevas tensiones geopolíticas" y es un recordatorio de que "la paz, la democracia y la prosperidad tienen que alimentarse, expandirse y hacerse más inclusivas".
"Empezamos a entender cómo la salud humana y la salud planetaria están conectadas y como las desigualdades existentes nos hacen más vulnerables. Esta crisis es una oportunidad por reconstruir mejor, igual que nuestros predecesores reconstruyeron un mundo mejor de las cenizas de la guerra", señaló.
Borrell ha recordado que del desastre de la Segunda Guerra Mundial nació la Unión Europea, un proyecto basado en "solidaridad, la obertura, libertad, tolerancia y respeto por el estado de derecho", unos valores que a su entender comparte con la ONU, que el 2020 también cumple 75 años, y que hoy "son más necesarios que nunca".
"El COVID-19 tiene que ayudarnos a reconectar con estas raíces dándonos una oportunidad de reconstruir consenso y reforzar la solidaridad", ha insistido.
Hasta ahora, las diferencias entre EE.UU. y China han impedido que el consejo de seguridad se movilice ante el coronavirus y sus posibles implicaciones en el ámbito de la paz y la seguridad. Para al jefe de la diplomacia europea, más allá de la respuesta sanitaria inmediata, la comunidad internacional tiene que pensar en la gente, reducir las desigualdades y proteger los derechos humanos.