El ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno, encabezado por Josep Borrell presentó hace unos días un recurso para que se paralice la apertura de las nuevas delegaciones del Govern en Argentina, México y Túnez. No obstante, la Generalitat lo ignoró nombrando a los encargados de estas tres oficinas.
Según publica El País, en el documento judicial presentado por el ejecutivo español asegura que algunas delegaciones catalanas "son un instrumento necesario para llevar a cabo una política de la Generalitat el fin de la cual es la separación de España". Y en este, pide a la justicia que impida su apertura. La Generalitat ya dispone de hasta 15 delegaciones en funcionamiento que prestan servicio a hasta 39 países por todo el mundo.
El rotativo explica que en el mismo recurso de Borrell al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), el ministerio repasa extensamente la actividad de las embajadas catalanas y concluye que realizan "actuaciones contrarias al ordenamiento vigente y en particular a los principios de unidad de acción en el exterior". Finalmente, para definir el pulso que mantiene a la Generalitat con el Estado, el documento sostiene que "como es bien sabido, desde 2012 la Generalitat se encuentra en estado de rebeldía institucional".
Con todo, en unos días el ejecutivo presentará una demanda más amplia con los dos motivos principales al frente. Por una parte, que la Generalitat no esperó en el informe de Exteriores sobre si la apertura de estas delegaciones se ajustaba a la ley y que la actividad de estos centros resultaba, en opinión del ministerio español, lesiva para la acción exterior española.