Josep Borrell, como alto representante de Política Exterior y Seguridad Común de la UE, se ha pronunciado sobre la situación en Afganistán después de que los talibanes hayan conseguido hacerse con el control de todo el país. En este sentido, Borrell ha defendido la necesidad de abrir un "diálogo" con los talibanes con el fin de intentar evitar que su llegada al poder se acabe convirtiendo en una crisis humanitaria y en un "desastre" migratorio.
"Tendremos que estar en contacto con las autoridades en Kabul. Los talibanes han ganado la guerra, así que tendremos que hablar con ellos para iniciar un diálogo cuanto antes mejor para evitar un potencial desastre migratorio, pero también una crisis humanitaria", ha asegurado en la rueda de prensa posterior a la reunión telemática de ministros de Exteriores de la UE. Esta tenía que ser una reunión de urgencia, pero se celebró ayer martes. Los talibanes llegaron a Kabul el domingo.
Ningún reconocimiento oficial
Así, con el objetivo de conseguir que la "nueva situación política" del país asiático no desemboque en un "movimiento migratorio de gran escala hacia Europa", los ministros han acordado coordinarse y "dar apoyo" a los vecinos de Afganistán y los países "de tráfico", según ha apuntado Borrell. Este diálogo con los insurgentes tendría que incluir también la voluntad de impedir el retorno de "terroristas extranjeros en Afganistán".
Con todo, sin embargo, el exministro de Exteriores del Gobierno ha querido aclarar que estas conversaciones no implican un reconocimiento oficial. Según ha explicado, la voluntad de la Unión Europea es evacuar a su personal del país y también cerca de 400 afganos que han trabajado para el bloque. En este caso, las familias necesitan hablar con los talibanes, por motivos logísticos. Para poder gestionar las repatriaciones y el traslado de los afganos, el alto representante ha previsto enviar refuerzos a la delegación de la UE en Kabul.
Todavía no han hablado
Borrell ha asegurado que este diálogo con los talibanes se tiene que producir, pero al mismo tiempo la UE se tendrá que mantener vigilante, asegurando que cumplen con las obligaciones internacionales asumidas por los gobiernos anteriores y, sobre todo, que respetan los Derechos Humanos y las resoluciones de la ONU. En todo caso, ha reconocido que estas conversaciones no se han producido, ya que "no ha tenido tiempo" para poder contactar con ellos.
Ha sido una periodista afgana quien ha puesto entre la espada y la pared a Borrell, cuando le ha rogado que no reconozca el nuevo régimen porque los talibanes "no quieren volver atrás". Ante esta demanda, él ha asegurado comprender "sus sentimientos de preocupación" y ha insistido en que con sus palabras no ha querido reconocer el nuevo régimen: "Tenemos que hablar con ellos para todo, también para intentar proteger los derechos de mujeres y niñas".
Trump, culpable
A la hora de buscar culpables por el nuevo control de los talibanes sobre Afganistán, Borrell ha señalado a la administración de Trump, en ningún caso la de la UE: "Trump llegó a un acuerdo con los talibanes, que se ha acabado cumpliendo posteriormente durante la administración de Joe Biden", ha aclarado, en referencia al nuevo presidente. Por eso, ha argumentado, si los Estados Unidos retiran a las tropas, la Unión no se puede quedar, ya que su capacidad militar es "limitada". Con todo, ha reconocido que la situación se habría podido gestionar mejor desde Bruselas.
Junts contra Borrell
Ayer, Junts emitió un comunicado en relación con la situación en Afganistán, denunciando "el caos durante la evacuación". En él, se muestran especialmente duros con Borrell, a quien reprochan que "haya sido incapaz de dar una respuesta coordinada" y que esta "acción de los Estados sin coordinación de la UE deja en la incertidumbre a centenares de ciudadanos europeos".
El partido que preside Carles Puigdemont "lamenta profundamente la parálisis y el fracaso colectivo que representa para la Unión Europea y la OTAN el previsible colapso del estado afgano y el abandono de miles de personas". En esta línea, Junts per Catalunya apela a "una reacción urgente para defender los derechos de la población civil". Por eso, sostienen que sus representantes en las instituciones "defenderán el derecho de asilo y protección internacional a los perseguidos por el totalitarismo del régimen talibán" y que se paralice la devolución de afganos que ya se encuentran en algunos países de la Unión Europea.