El Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, se ha sacudido este jueves toda responsabilidad en la escalada que se está produciendo entre Hamás e Israel, y ha defendido que si hay alguien que realmente puede intervenir y conseguir que cese es Estados Unidos y no la UE, que "hace tiempo" perdió su capacidad de actuación.
En un acto organizado por el Real Instituto Elcano en Madrid, Borrell ha pedido que cesen la violencia y las muertes, pero ante los que reclaman un papel más activo de la UE en la resolución del conflicto, ha insistido que la UE no tiene "capacidad de mediación". "Eso sólo lo puede hacer Estados Unidos, suponiendo que quiera, seamos realistas", ha aseverado, y ha subrayado que hace "mucho tiempo" que la UE perdió su capacidad de influencia en Oriente Próximo, y que en la actualidad esta es "limitada".
"No podemos pedir peras al olmo", ha insistido, y ha argumentado que la UE no tiene la capacidad de resolver el conflicto israelo-árabe porque para empezar "los estados miembros están profundamente divididos con respecto a la posición a adoptar".
En todo caso, Borrell ha sacado pecho por el apoyo financiero que la UE ofrece a las instituciones y la sociedad palestina. "Nadie más que nosotros ayuda a Palestina a sobrevivir", ha argumentado, aunque se ha mostrado consciente de "que eso no resuelve el problema".
El alto representante europeo ha asegurado que en las últimas 48 horas ha mantenido contactos con "todos los actores relevantes" para intentar frenar la escalada. Pero lo ha enfriado. "Detener la escalada de tensión que está causando un número extremadamente de muertos civiles, más de un lado que de otro, sólo se puede hacer a través de la capacidad de presión sobre todos que no tenemos los europeos", ha remachado.
En un tuit, sin embargo, Borrell sólo ha indicado que había hablado con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas.
Consta, sin embargo, que hay países que sí que están realizando trabajos de mediación con todas las partes: Egipto, EE.UU. y Rusia. Por ahora, sin embargo, sin éxito.