El ministro español de exteriores, Josep Borrell, quiso aprovechar ayer, tres de septiembre, para dar su visión sobre lo que significó la Segunda Guerra Mundial y de rebote criminalizar el independentismo catalán. El caso es que no acertó ni una y le han llovido lecciones de historia.
Para empezar, el 3 de septiembre de 1939 no es la fecha en que Alemania invadió Polonia, hecho que se produjo dos días antes, el 1 de septiembre. El día 3 fue cuando Francia e Inglaterra declararon la guerra a Alemania. Una confusión de fechas que no debería pasar por alto al representante de la diplomacia española.
Pero lo más preocupante es que considera que la Segunda Guerra Mundial fue un "enfrentamiento entre nacionalismos exacerbados y de la locura étnica", un comentario que pone en el mismo saco a los dos bandos, cuando es sabido que en uno había dictaduras fascistas y en el otro países democráticos a excepción de la Unión soviética.
La red así se lo ha querido aclarar:
Visto todo ello, Borrell haría bien en revisar sus conocimientos sobre la Segunda Guerra Mundial.