Josep Borrell no midió las consecuencias de sus duras críticas contra el movimiento medioambiental y ha reiterado sus disculpas más de tres veces en menos de 24 horas. El socialista, ahora alto representante de la Unión Europea, definió de "síndrome Greta" a todos aquellos seguidores de la activista noruega y duda de que estén dispuestos a sacrificar su nivel de vida por el clima.
Después de un viaje por los Estados Unidos, Borrell aprovecha también el fin de semana para volver a repetir: "Quiero disculparme con todo el mundo que se haya sentido ofendido por mi referencia inapropiada a la importante lucha del movimiento juvenil".
Esta no ha sido la única vez que ha aprovechado su perfil de Twitter para rectificar. Ayer, dijo que el movimiento "inspira a políticos y sociedades, el cambio climático es uno de los retos geopolíticos más grandes".
O en otro tuit donde pide "un mecanismo de transición justa" para abordar el cambio social y económico:
Las disculpas, de momento, no convencen al movimiento contra el cambio climático y tampoco a una buena representación de los eurodiputados empezando por la propia Comisión Europea. Algunos eurodiputados, como la irlandesa Grace O'Sullivan, también se han posicionado públicamente: "Señor Borrell, estos niños no sufren ningún síndrome, están luchando por su futuro en un planeta habitable. Tendría que estar haciendo lo mismo".
Esta es la entrevista de la polémica: