El expresidente del Parlamento Europeo Josep Borrell habría aceptado la oferta del jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, para ser ministro de Exteriores. El exministro de Obras públicas, Transporte y Medio Ambiente en el último Gobierno de Felipe González había aparecido durante este fin de semana entre los catalanes mejor situados para ocupar una de las sillas del consejo de ministros de Pedro Sánchez y así se ha confirmado.
Borrell rechazó ir de número tres a las listas del PSC en la provincia de Barcelona para las autonómicas del 21 de diciembre pasado porque daba por cerrada su etapa como político en activo. La oferta de un ministerio, sin embargo, le ha hecho cambiar de idea y este lunes por la tarde ha accedido a capitanear Exteriores.
Según el calendario previsto, el nuevo gobierno español se dará a conocer oficialmente el próximo miércoles, la toma de posesión de los ministros será el jueves y el viernes se celebrará la primera reunión del Consejo de Ministros presidida por Sánchez.
Recientemente, Borrell se ha posicionado totalmente en contra a la independencia de Catalunya y ha sido protagonista destacado de manifestaciones unionistas, como la que convocó Societat Civil Catalana en el centro de Barcelona después del 1-O. El pasado diciembre, el socialista fue fuente de polémica por unas declaraciones en que defendía la necesidad de formar un gobierno en Catalunya que "desinfecte" ante todo y aconsejaba empezar por los medios de comunicación.
La noticia no ha sido bien recibida entre los partidos independentistas que leen este primer gesto de Sánchez más como un paso hacia aumentar la tensión entre los dos gobiernos que hacia la apertura de una etapa de diálogo y negociación.
Del ministerio a Estrasburgo y, de aquí, a Abengoa
Nacido en La Pobla de Segur (1947), es ingeniero aeronáutico y doctor en Ciencias Económicas. Fue ministro de Obras públicas, Transporte y Medio Ambiente durante el tercer y el cuarto gobierno de Felipe González. Más adelante, ocupó la presidencia del Parlamento Europeo entre 2004 y 2007. Poco después de acabar el mandato, en 2009, entró en el consejo de administración de Abengoa y en 2010 se convirtió en presidente de su consejo asesor internacional.
Ha publicado varios libros a lo largo de su trayectoria. Los últimos han sido Las cuentas y los cuentos de la independencia (2015), con Joan Llorach, y Los idus de octubre: Reflexiones sobre la crisis de la socialdemocracia y el futuro del PSOE (2017).
Borrell en la cabecera de la manifestación de Sociedad Civil con Rivera y Albiol / ACN
Defensa del GAL
A finales de los 90, Borrell fue uno de los grandes defensores de los altos cargos de Interior José Barrionuevo y Rafael Vera, encarcelados en 1998 por su implicación en la guerra sucia del Estado contra ETA practicada por los GAL. De hecho, hizo de su defensa y del reclamo de su liberación una de sus reivindicaciones cuando era candidato a la presidencia -antes de tener que renunciar un año más tarde-.
Barrionuevo y Vera habían sido condenados por el secuestro de Segundo Marey, un vendedor de mobiliario de oficinas que unos mercenarios contratados por el gobierno confundieron con Mikel Lujúa, entonces dirigente de ETA. La investigación del secuestro llevó hasta el entonces ministro de Interior y al director general de la Seguridad de Estado, entre otros, que fueron condenados a diez años de prisión.
El caso Hacienda
Pocos meses después, Borrell quedó salpicado por el caso Hacienda, cuando dos personas de su círculo de confianza, Josep Maria Huguet y Ernesto Aguiar, fueron investigados por varias causas judiciales. Borrell era quien los había colocado en cargos de relevancia en la Administración tributaria cuando era secretario de Estado de Hacienda. Huguet ocupaba el lugar de inspector jefe regional de Hacienda en Catalunya y Aguiar, de delegado de Hacienda en Catalunya.
Huguet, considerado el máximo responsable de una trama corrupta en la cúpula de Hacienda en Catalunya, acabó siendo condenado a 13 años de prisión y a pagar una multa de seis millones de euros por cohecho pasivo y falsedad documental. El alto cargo había aceptado cantidades millonarias de empresarios catalanes a cambio de hacer la vista gorda en las inspecciones a sus sociedades.
Este caso troncó las aspiraciones de Borrell en su camino a la Moncloa, ya que su estrecho vínculo con el condenado le obligó a presentar su renuncia el año 1999 después de haber ganado las primarias del PSOE a candidato a la presidencia, dando la victoria a su oponente, Joaquín Almunia.
Borrell declarando en la Audiencia de Barcelona en el año 2010 por el caso Hacienda / ACN
Indemnizaciones millonarias de Abengoa
Después de dejar el Parlamento Europeo, Borrell entró en el consejo de administración de Abengoa, en 2009, donde llegó a cobrar un sueldo de más de 300.000 euros anuales. La empresa entró en una grave crisis financiera en el año 2015. En medio de los problemas económicos, el presidente y el consejero delegado cobraron más de 15 millones de euros en indemnizaciones por abandonar la compañía.
La Plataforma de Perjudicados por Abengoa presentó una querella contra el exministro socialista y otros cargos de la compañía por su pertenencia al consejo de administración que aprobó a las millonarias indemnizaciones a la cúpula de la empresa. Borrell tuvo que declarar en la Audiencia Nacional como testigo por el caso y alegó que aquel día había delegado su voto porque no podía ir a la reunión. El presidente y el consejero delegado fueron acusados de administración desleal y falseamiento de cuentas.
Dimisión por incompatibilidades
Mientras ya estaba en Abengoa, Borrell ocupó también el cargo de presidente del Instituto Universitario Europeo (IUE), con sede en Florencia. En el 2012, dos años después de su nombramiento, se vio obligado a presentar la dimisión por incompatibilidades.
Los estatutos del IUE establecen que no se puede recibir ningún otro salario ni remuneración que no sean el ya establecido como rector del centro. Borrell los incumplió en no comunicar su sueldo como parte del Consejo Asesor Internacional de la empresa Abengoa. Ante la polémica, que fue sacada a la luz por medios de Florencia, Borrell aseguró que había sido una distracción.