El Alto Representante de la Unión Europea, Josep Borrell, se muerde la lengua porque él mismo dice que el cargo que tiene no le permite opinar en temas que afectan directamente a La Moncloa. Pero normalmente, siempre acaba saltándose este principio.
En una alavanza firme a la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha comprado la teoría que el espionaje es normal y necesario: "No seamos angélicos, es obvio que se espía", en declaraciones a la Cadena Ser. Cuando le han pedido que matice las palabras para saber si se refiere al espionaje a independentistas catalanes, ha decidido echar pelotas fuera y no responder.
"No seamos angélicos"
Borrell quiere quitar hierro a la polémica: "Espero que a mí también me hayan espiado", explica con una sonrisa en la boca. Y el periodista Aimar Bretos, totalmente desconcertado, le pregunta si lo dice porque "si no, no eres nadie". Y Borrell, lo admite con la cabeza. Pero esta ironía sólo la dirige hacia el CatalanGate y denuncia el espionaje al presidente Pedro Sánchez.
En esta diferencia que marca, se dirige a los independentistas catalanes para recordar que no son los únicos que han sido espiados en todo el mundo: "Los servicios de inteligencia hay en todos los países. Sé que actúan porque por eso los tenemos y lo tienen que hacer según las normas. Merkel fue espiada durante muchísimo tiempo. No le quiero sacar gravedad, pero no es el único país donde le pasa". Precisamente pone de ejemplo el de Alemania donde fue totalmente ilegal su espionaje. Y añade: "Me preocupa el fallo de seguridad, pero no tengo tiempo para dedicarme en profundidad. Las escuchas telefónicas se pueden hacer si están dentro de la ley. Los servicios de inteligencia existen y actúan, pero siempre dentro de la ley.
"La Comisión Europea no tiene que investigar nada"
Con respecto a la Unión Europea, órgano que él teóricamente domina, admite que desconoce cuántos países tienen constancia de haber sido espiados y valla filas con que estos aspectos se puedan debatir en la Comisión Europea: "Esta no está pensada para eso. Tenemos preocupación por los problemas de ciberseguridad, tenemos una agencia que se dedica. Igual de grave es la amenaza para el funcionamiento de nuestros sistemas estratégicos. Eso de la ciberguerra no es una película, es una realidad".
Precisamente, Borrell firmó la semana pasada el compromiso para que los estados miembros de la UE luchen contra el espionaje pero, siete días después, marca distancias con este tipo de sucesos. Así pues, la Moncloa se ha sumado a la Declaración para el Futuro de Internet que establece la visión y los principios de una Internet de confianza. España, junto con los miembros de la Unión Europea y los Estados Unidos, "dan apoyo a un futuro por Internet abierto, gratuito, global, interoperable, fiable y seguro y afirman que su compromiso es proteger y respetar los derechos humanos en línea y en todo el mundo digital".