El caso de acoso sexual en el Departament d'Exteriors que se ha hecho público este lunes y que habría provocado el cese del jefe de gabinete del conseller el pasado enero, ha acabado arrastrando también al titular del departament, Alfred Bosch, al que se responsabiliza de no haber reaccionado de manera adecuada y no haber activado los protocolos previstos para estas situaciones, por lo que ha acabado dimitiendo.
Bosch ha anunciado su decisión en la sede de ERC en una comparecencia conjunta con la portavoz del partido, Marta Vilalta, después de que se convocara una reunión extraordinaria de la ejecutiva nacional de ERC. Antes de hacer saber públicamente la decisión de dar un paso al lado, lo ha comunicado al president, Quim Torra, con quien esta mañana había mantenido una reunión que, según fuentes próximas, había sido muy tensa. "He presentado mi dimisión como conseller y he pedido que se acepte", ha explicado, reconociendo finalmente un mea culpa.
"Hago más servicio marchándome que quedándome"
En una rueda de prensa sin preguntas, el conseller ha defendido que intentó resolver el caso de presunto acoso, pero ha reconocido no haberlo hecho "ni suficientemente bien ni suficientemente rápido", por lo que ha asegurado que "toca asumir responsabilidades". Bosch ha reconocido también que el acoso es contrario a los "valores republicanos" y ha mostrado su pesar por la indefensión de las mujeres que han sido víctimas. Con todo, el conseller ha asegurado que la situación ha acabado siendo "insostenible". "Hago más servicio marchándome que quedándome", ha concluido.
Bosch ha comparecido en la sala de prensa de la sede de los republicanos cabizbajo y acompañado de la portavoz del partido, Marta Vilalta. La también secretaria general adjunta ha vuelto a defender la actuación del partido ante el caso, activando el protocolo interno contra el acoso y forzando el cese de Garcias, ante un caso que ha vuelto a tildar de "intolerable e inaceptable".
A diferencia de la mañana, sin embargo, donde había avalado la actuación del conseller, a pesar de reconocer que algunas cosas se podían haber hecho "mejor", Vilalta ha defendido que hay que ser "inflexible" y "autoexigentes" y ha sacado pecho de haber puesto "el listón de exigencia arriba de todo". En este sentido, la portavoz de los republicanos ha defendido que "ante valores que no son republicanos", hay que ser "lo máximo de exigentes con todo el mundo".
Cuando los republicanos tuvieron conocimiento del caso, se activó el protocolo interno del partido, ya que el cargo de confianza acusado también era militante, pero no se activó el de la Generalitat. Además, según las informaciones aparecidas sobre el caso esta madrugada en el diario Ara, fue la dirección de ERC quien acabó forzando el cese de la jefe de gabinete, ya que la intención del conseller habría sido intentar reubicarlo. El 24 de enero se lo cesó del Govern y la semana pasada se lo suspendió de militancia, aunque la investigación interna todavía está en marcha y podría acabar en los tribunales.
Malestar en el Govern
El jefe de gabinete de Bosch, Carles Garcias Hernàndez, fue destituido el 24 de enero pasado, pero la información no ha trascendido hasta esta mañana. La noticia ha provocado un profundo malestar en los socios de gobierno y Torra ha hecho saber su enfado por la mañana al conseller con el cual se ha reunido en el palacio de la Generalitat para pedir explicaciones y una "reflexión", según fuentes del ejecutivo. A primera hora de la tarde, el presidente ha expresado este malestar al vicepresidente, Pere Aragonès, con quien también se ha reunido en la sede del Govern.
Desde Presidencia no se ha escondido las diferencias en esta polémica, de la cual los miembros de JxCat aseguran haber sido conocedores por la prensa, y se ha hecho pública una nota pidiendo explicaciones por el hecho de que el departamento no abrió el protocolo previsto dentro de la Administración catalana para responder a los casos de acoso.
A primera hora de la tarde, el departamento de Políticas Digitales y Función Pública, que encabeza Jordi Puigneró, ha ordenado la puesta en marcha de una investigación al respecto. También la diputada de JxCat Elsa Artadi ha salido a pedir públicamente explicaciones sobre esta situación y, al ser preguntada al respecto, no ha descartado la posibilidad de que Bosch fuera cesado por esta cuestión.
De pilar de la mesa de diálogo a la dimisión
Hace tan sólo dos semanas Bosch había visto como desde el Govern y el partido se lo premiaba situándolo como integrante en la mesa de diálogo. El conseller había formado parte de la primera reunión de negociación en la Moncloa que habían liderado el presidente Torra y el vicepresidente Aragonès, pero en la segunda reunión, donde los máximos cargos tenían que dar un paso al lado, Bosh quedaba como el cargo de más rango en el Govern y tenía que coger una posición predominante.
Además, su conselleria era la encargada de activar la Comisión Bilateral para la negociación de los temas sectoriales con el Estado y hacía semanas que Bosch trabajaba en la preparación de la primera reunión y con el orden del día de esta.
Fuentes de la conselleria aseguraban hace sólo dos semanas que Bosch encaraba esta nueva responsabilidad con ganas y que se esperaba que ganara protagonismo dentro del Govern, en un contexto preelectoral que también lo podía situar bien para las listas. Finalmente, sin embargo, el caso de acoso sexual de su exjefe de gabinete le ha acabado pasándole por encima.
De momento, desde de ERC, evitan poner nombre al sustituto y aseguran que todavía se tiene que debatir internamente.