El exconseller de Acción Exterior Alfred Bosch ha celebrado que el Govern abra un expediente sancionador para aclarar su actuación en el caso de presunto acoso sexual por parte de su jefe de gabinete, Carles Garcias. "Es una buena ocasión para restablecer mi nombre", ha valorado en un comunicado. El exconseller ha lamentado que se ha encontrado "en una situación preocupante de indefensión" y que ahora los instructores del expediente "tendrán el mandato" de escucharlo y "tener en cuenta" su defensa. "Es una buena noticia", ha ratificado Bosch, convencido de que podrá demostrar su inocencia y "restablecer" su "honorabilidad". También ha pedido "resguardar" a las víctimas "y que no se haga un uso partidista del caso, lejos de tensiones electoralistas".
"Ya era hora. Finalmente podré explicar los hechos como sucedieron y me defendieron de las derivadas que me afectan y las acusaciones que se hayan podido formular contra mí", ha manifestado el exconseller. También ha dicho que hasta ahora se habían hecho varios informes internos y que en ninguno de ellos había tenido la oportunidad de declarar y contrarrestar los hechos con los redactores de los informes.
Bosch ha deseado que se llegue "al fondo de la verdad", velando para que los procedimientos y las garantías sean "impecables". También ha afirmado que entiende que el Gobierno haya "decidido esperar que pasen los comicios por afrontar este procedimiento con el máximo de imparcialidad y profesionalidad". Y ha pedido que no haya "filtraciones interesadas como en otros momentos" y que se explique con la máxima transparencia el resultado final: "Estoy seguro de que no puede ser otro que absolutorio con respecto a mi persona".
El expediente
Después de que los servicios jurídicos de Presidencia hayan presentado su informe, el Consejo Ejecutivo ha aprobado este martes abrir finalmente un expediente al republicano y tramitar una eventual sanción (todavía para determinar). Además, han exculpado a la exsecretaria general del departamento, Mercè Salvat.
El primer informe lo elaboró Función Pública, que confirmó que tanto Bosch como la secretaria general del Departamento, Mercè Salvat conocían los hechos, pero incumplieron el deber de activar el protocolo previsto en estas situaciones. En aquel informe se aseguraba además de que el caso había llegado a la vicepresidencia y había sido investigado por un alto cargo del departamento, Lluís Juncà. En diciembre se llevó al Consejo Ejecutivo este documento, pero el vicepresidente, Pere Aragonès, decidió retirar el informe del orden del día, un hecho que creó un conflicto entre socios.
Entonces, Aragonès pidió la opinión de los servicios jurídicos de Presidencia antes de pronunciarse, y ahora, con este informe sobre la mesa, ya se ha tomado la decisión de abrir el expediente. Un nuevo instructor determinará el tipo de sanción y, en caso de que haya indicios de encubrimiento, Bosch se puede exponer incluso a la Fiscalía.