La cuestión de los indultos plantea algunas fugas dentro de los partidos españoles. Por una parte, el PSOE ya empieza a ver cómo miembros históricos del partido han confirmado que asistirán a Colón contra lo que plantea el presidente español Pedro Sánchez o el no rotundo del expresidente Felipe González.
De la otra, el Partido Popular ya ha visto cómo algunos de los suyos han intentado echar pelotas fuera. El presidente de la Xunta gallega, Alberto Núñez Feijóo, ha lamentado que no asistirá a la manifestación porque "precisamente aquel mismo domingo a primera hora" tiene un viaje internacional. Aunque rápidamente salió a dar apoyo público a la iniciativa de su líder, Pablo Casado.
Bien diferente es lo que puede acabar pasando con los representantes populares en Catalunya. A pesar de ir como independiente del partido, el máximo representante a la concejalía del Ayuntamiento de Barcelona, Josep Bou, no ha firmado contra los indultos a los presos políticos independentistas y sólo lo hará si se encuentra entre la espada y la pared: "Yo no tengo conocimiento que se hayan puesto en Barcelona mesas para firmar. Si tengo que firmar, lo haré porque soy presidente del PP en Barcelona", en declaraciones este sábado a TV3.
Rahola tilda Bou de "corderito"
Delante de este "lo haré" si no queda más remedio, Pilar Rahola, que también compartía plató en aquel momento, le preguntó si "era un corderito a las órdenes del partido" y Bou lo argumentó: "Quiero saber la efectividad de estas firmas aquí en Catalunya. Todos tenemos memoria sobre las firmas contra 12 o 13 artículos contra el Estatut y fue terrible porque escuché durante la campaña que el PP era anticatalán y quiero recordar que estamos trufados de catalanes. Por lo tanto tenemos que hacer mucha pedagogía si se firma y explicarlo muy bien", recordaba Bou sobre la campaña del año 2006.
El desastre en las últimas elecciones en el Parlament, confirman el poco espacio político que tiene este partido en Catalunya, por detrás de Vox y Ciutadans, con tres diputados de 135 y siendo la octava y última fuerza del hemiciclo.
A grandes rasgos, desde Catalunya el PP ha optado por un perfil bajo en la campaña de recogida de firmas contra los indultos. De momento, no han puesto mesas en las calles para reunirlas, como ya pasa en Madrid o Sevilla, aunque han reiterado que se oponen a la medida de gracia de Sánchez.
Si la campaña avanza, no descartan situar carpas en diferentes municipios en una segunda fase. De momento, lo derivan todo a través de la página web o en sedes provinciales y locales. Casado tampoco tiene previsto venir a hacer campaña en Catalunya.