La espiral de violencia contra el turismo provocada por Arran, la organización juvenil vinculada a la CUP, está levantando más tensiones entre el Govern y sus socios cuperos. Después de que esta mañana Barcelona se haya levantado con una nueva acción de la organización anticapitalista, la CUP ha vuelto a salir en defensa de la violencia y, es más, incluso ha señalado el ejecutivo como causante de las acciones.
"A nosotros nos piden que renunciemos a la violencia, pero la violencia la provoca el Govern", ha explicado la portavoz parlamentaria de los cuperos, Mireia Boya, en una entrevista en RAC1.
Boya ha hecho referencia directa a las políticas llevadas a cabo por el conseller de Empresa i Coneixement, Santi Vila, que ayer anunció que la Generalitat se presentaría como acusación particular contra Arran por la acción del autobús. Unas acciones que dijo que "se tienen que erradicar en seco".
Compara Cerca con Airbnb
La portavoz cupera ha querido desvincular a la CUP de Arran bajo el pretexto que la organización juvenil se presentaba en la candidatura del 27-S bajo las siglas de Crida Constituent, un conjunto de organizaciones del ámbito de la izquierda independentista de perfil diverso.
Para rebajar el carácter violento de las acciones, Boya ha insistido en que las acciones de Arran son "simbólicas" y, es más, ha pedido que "no se dramaticen". Boya ha comparado los ataques de la organización con la plataforma de alquiler Airbnb, que ha calificado como "otra forma de violencia".
"No reconocemos el derecho español"
Boya también ha comentado la suspensión de la reforma del Reglamento del Parlamento que ayer anunció el TC. "No hay ninguna acción represiva que pueda evitar el referéndum", ha explicado la cupera, que ha asegurado que desde la CUP no "se reconoce el derecho español".
"En un estado de derecho no se juzga previamente por un delito que no has cometido", ha matizado sobre la decisión del alto tribunal.