Las autoridades francesas detuvieron este sábado a Pàvel Dúrov, fundador y CEO de Telegram, sobre lo que colgaba una orden de detención francesa emitida por la oficina de menores (OFMIN) de la Dirección Nacional de Investigación Criminal sobre la base de una investigación preliminar. Se espera que el multimillonario franco-ruso comparezca ante un juez de instrucción en las próximas horas, cuando podría enfrentarsea acusaciones que incluyen terrorismo, tráfico de drogas, complicidad, fraude, lavado de dinero, y distribución de contenido pedófilo, entre otros cargos, según apuntan los medios franceses. Entre las reacciones a la detención de Dúrov destaca la de Gonzalo Boye, abogado de Carles Puigdemont, que ha criticado la estrategia que se esconde detrás de esta detención por parte de las autoridades francesas. Una estrategia que, según argumenta, "pretende ponernos ante el dilema de "más seguridad o más libertad", y en opinión del abogado, "sin libertad, lo único que existe es una apariencia de seguridad".

Boye ha explicado en una publicación en la red x (antiguo Twitter), que la estrategia detrás de la detención de Dúrov "es evidente", y la argumenta en la base a tres objetivos. Por una parte, "criminalizar la actividad de la plataforma en función del uso que algunos de sus usuarios puedan hacer de ella". En segundo lugar, "amenazar al propietario de la plataforma con severas penas de prisión", y por último, busca "forzarlo a hacer lo que no quiere ni debe: dar acceso a sus servidores para que las autoridades francesas se apoderen, directa o indirectamente, de todos los datos de las comunicaciones mantenidas a través de Telegram".

El abogado chileno recuerda que esta misma estrategia "se utilizó anteriormente contra varias plataformas de mensajería encriptada" y que eso fue el medio "por el cual se apoderaron de millones de comunicaciones privadas, amparándose en 'la lucha contra la delincuencia'".

El abogado del president en el exilio, que ha sido denunciado por presuntos delitos de obstrucción a la justicia y de la omisión de los deberes de impedir delitos, siempre ha destacado por la defensa de la libertad y no ha dudado nunca en criticar a los que ejercen el poder de forma injusta. Boye se alinea con los defensores de los derechos humanos y la libertad de expresión que han denunciado la detención de Pável Dúrov. En Francia, la detención del cofundador y CEO de Telegram ha suscitado recciones en las redes sociales y preocupación entre la comunidad tecnológica y entre los defensores de la libertad en Internet. Las organizaciones de derechos humanos y activistas prolibertad han condenado enérgicamente la detención, que amenaza con una condena que puede llegar a los 20 años de prisión, según medios franceses. Hasta el momento, no ha habido reacciones oficiales del gobierno francés o de otros políticos destacados, y tampoco el ministerio del interior o la policía han hecho comentarios públicos sobre la detención.