Una brigada especial se encargaba de perseguir a los adversarios políticos que el gobierno del PP creía convenientes, según ha informado hoy la Ser basándose en declaraciones de agentes que habían participado en ella. Explica que la policía creó la Brigada de Revisión de Casos el año 2012 y tenía como objetivo investigar aquellos casos que la cúpula policial entendía que se habían quedado sin resolver.
Estos agentes explican que el exjefe de Asuntos Internos Marcelino Martín-Blas lideraba esta unidad bajo las órdenes de la Dirección Adjunta Operativa de la Policía e hizo trabajos para la brigada relacionados con el caso Palau, cuando intentó que la fiscalía lo autorizara a registrar el domicilio del tesorero de Convergència, Daniel Osàcar, y también por el caso Faisán, cuando los populares quisieron involucrar a Alfredo Pérez Rubalcaba -entonces ministro del Interior- en un intento de pasar información a colaboradores de ETA.
Pero estos no fueron los únicos casos en que la brigada metió la nariz. También investigaron a Oleguer Pujol y elaboraron un informe sobre la agencia de detectives Método 3, entre muchos otros casos.
'Operación Catalunya'
Ahora, Martín-Blas ha pedido un informe completo sobre sus propios viajes y dietas, entre otras cosas, a esta brigada para que corrobore que él no viajó a Catalunya acompañado del agente encubierto José Manuel Villarejo, quien confirmó ante un juez la existencia de la 'Operación Catalunya' e involucró directamente al exjefe de Asuntos Internos.
Ahora bien, el exdirector adjunto de la operativa de la Policía Nacional, Eugenio Pino, ha negado las afirmaciones de los agentes que aseguran haber participado en casos como el caso Palau y ha indicado a la Cadena Ser que la brigada se creó para resolver casos que no han sido resueltos y prescritos como, por ejemplo, el crimen de Marta del Castillo.