Las puertas de los despachos de Bruselas se vuelven a abrir para el Govern de la Generalitat después de los siete años de veto impuesto por el Estado español a raíz del pulso independentista. El presidente, Pere Aragonès, se reunirá este jueves con el comisario de Justicia, Didier Reynders, y el viernes se encontrará con el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton. La última vez que el jefe del ejecutivo catalán fue recibido por un responsable de la Comisión Europea fue el 2015, cuando el president Artur Mas se entrevistó con la comisaria de Transportes, Violeta Bulc.
Las dificultades del Govern para conseguir hablar con la Comisión Europea habían sido denunciadas en numerosas ocasiones por la hasta ahora consellera Victòria Alsina, que lamentó repetidamente que los consellers catalanes tenían vetado el acceso a los comisarios europeos mientras el resto de territorios del Estado se reunía con normalidad con altas instancias de la comisión. La consellera reprochó públicamente que la Comisión no se reuniera con consellers del Govern pero sí con el líder de la oposición, Salvador Illa, o con Sociedad Civil Catalana. A pesar de ello, Alsina participó en enero pasado en una reunión con la comisaria de Cohesión i Reformas, Elisa Ferreira. Fue el primer contacto de un miembro del Govern en siete años.
Deshielo de relaciones
La situación ha ido cambiando los últimos meses. El pasado 30 de junio, el vicepresidente de la Comisión Margaritis Schinas visitó el Palau de la Generalitat donde se reunió con Aragonès. Precisamente, Schinas, que mantiene estrecho vínculos con el PP español, fue en el 2017, como portavoz de la Comisión, el encargado de advertir repetidamente a Catalunya sobre las consecuencias de un referéndum. Desde el Govern se valoró muy positivamente la visita del vicepresidente de la Comisión a la Generalitat, que se interpretó como una avance en el .
Unas semanas antes, con motivo de las jornadas anuales del Círculo de Economía, la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, estuvo en Barcelona donde se reunió con el presidente español, Pedro Sánchez, que también intervenía al acto. Acto seguido, Aragonès participó también en un saludo a Von der Leyen i Sánchez, previa a los actos previstos.
Este relajamiento en las dificultades para acceder a la Comisión ha evolucionado en paralelo con la rebaja de la tensión que ha enfrentado los últimos años el Govern con el Estado español. La Unión Europea y sus instituciones no han escondido en ningún momento durante este tiempo que el criterio de los respectivos estados es lo que marca sus normas de funcionamiento, y el Estado español tampoco ha disimulado su veto a la hora de obstaculizar cualquier movimiento del Govern en Bruselas. Hasta ahora.
Romper este muro ha sido uno de los objectius de Aragonès, según explicó la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, en la rueda de prensa de este martes donde atribuyó esta nueva fase de las relaciones con la Comisión al trabajo "discreto" i personal dels president. Precisamente, el dimarts, el Govern cesó al delegado de la Generalitat ante la UE que había nombrado Junts, Gorka Knörr, a pesar de que aún no ha designado nuevo delegado.
Reunión con dos comisarios
El deshielo en las relaciones entre la Comisión y el Govern catalán quedará certificado esta semana con el viaje de Aragonès a Bruselas. Este jueves el president de la Generalitat, acompañado de la nueva consellera de Exteriores, Meritxell Serret, será recibido por el comisario de Justicia con quien tiene previsto abordar "el problema del ciberespionaje y sus consecuencias", según ha explicado el Govern.
De hecho, Aragonès tendrá oportunidad de hablar en primera persona, dado que es uno de los políticos espiados con Pegasus y reconocidos por el Estado español. Reynders reclamó a finales de septiembre al Estado español información detallada sobre el uso de Pegasus con motivo de una comparecencia al Congreso de los diputados.
El viernes, el president se reunirá con el comisario de Mercado Interior. En este caso lo hará acompañado de la nueva consellera de Economía, Natàlia Mas.