El conseller de Interior, Miquel Buch, ha rebajado la alarma sobre el incremento de homicidios en la capital catalana. En una entrevista en RAC1 ha considerado que "son casos aislados", y los ha atribuido a "personas que se conocían y forman parte de reajustes pendientes. "No es que yo vaya por plaza de Catalunya y sufra por mi vida", ha puntualizado en este sentido.
En términos de seguridad, el conseller ha admitido que hay menos agentes que patrullan la ciudad, pero a pesar de este hecho ha asegurado que la actividad policial "ha aumentado y también el éxito. Hay que reconocerlo", ha dicho. "Hacía siete años que no se hacían promociones de Mossos. Hemos hecho un plan a marchas forzadas para reactivarlo. Iremos rellenando los cuerpos policiales, pero tardaremos un tiempo en ocupar los lugares que hacen falta", ha adelantado.
La prioridad de Interior es que estos agentes del cuerpo de los Mossos estén en la calle investigando y evitando hechos delictivos. "No tenemos un exceso de Mossos y preferimos que estén en la calle que no vigilante piedras", ha indicado en referencia a la vigilancia de edificios judiciales. "La ley permite que lo haga alguien más", ha dicho. Los departamentos de la Generalitat están custodiados por seguridad privada y no por Mossos d'Esquadra.
Buch no ha entrado al analizar el perfil de los delincuentes pero ha asegurado que desde el departamento dan herramientas suficiente a los jueces para hacer que se reconduzca una persona que hace de la de la delincuencia su modus vivendi. Para abordar el incremento de la delincuencia en Barcelona, el objetivo es que estas no actúen impunemente, según el conseller. Para evitarlo se trabaja con prisión preventiva y órdenes de alejamiento de espacios en el caso de los carteristas del Metro, por ejemplo.