Más de cuatro años después de los hechos, Miquel Buch ha negado este lunes haber informado a Laura Borràs sobre su investigación por el fraccionamiento de contratos como directora de la Institució de les Lletres Catalanes cuando él era conseller del Interior y ella titular de Cultura en noviembre de 2018. "Laura Borràs me preguntó si era cierta esta filtración y le dije que no podíamos saber nada", ha resumido el exconseller en el programa Cafè d'Idees de La 2 y RNE4. Así, Buch ha asegurado que la presidenta suspendida del Parlamento no dijo la verdad cuando aseguró que él le había dicho que no estaba siendo investigada por presuntas irregularidades "Es muy grave. Tengo testigos", ha insistido.
Hay que recordar que en noviembre de 2018, Borràs ofreció tres versiones diferentes de los hechos en una misma mañana. A SER Catalunya dijo: "Ayer estaba en el Palau de la Generalitat, al lado del conseller, codo con codo, y le dije que se decía que me estaban investigando. 'Espera, que lo miro,' me dijo él. 'No hay nada, pero hay secreto de sumario, así que no sé nada', me dijo". En RAC 1 aseguraba que Buch le había explicado que era una cuestión judicial, mientras que en Catalunya Ràdio negó que el titular de Interior le hubiera dado información. Estas diferentes versiones de un mismo hecho molestaron mucho al conseller del Interior, que ahora, cuatro años después, todavía censura. "Dijo cosas que no eran ciertas y hay testigos", ha resumido este lunes en una entrevista que coincide con el tercer aniversario la declaración del estado del arma por el coronavirus.
Los efectos de las palabras de Borràs sobre la confianza de los Mossos
Según Buch, estas palabras de Borràs, no le fueron nada bien a él como conseller, porque provocaron una pérdida de confianza por parte de los cuerpos policiales: "Si un político quisiera penetrar en investigaciones policiales, se pierde la confianza en el responsable político". Según Buch, Laura Borràs le preguntó por si era cierto que lo estaban investigando, tal como se había filtrado, y él le respondió: "Mira, he preguntado si es cierto y me han dicho que es una investigación judicial y que, por lo tanto, es hermética". Así, Buch ha insistido en que las palabras de Borràs no eran ciertas: "Ella después se fue a la radio y explicó lo que quiso. La jugarreta me la hizo ella a mí", ha lamentado el exconseller. Yendo más allá, ha asegurado que este conflicto derivado de las declaraciones de su entonces compañera de Govern en las radios fue uno de los peores momentos que pasó en la conselleria del Interior.
Aparte de este conflicto con Laura Borràs, el conseller también ha hecho referencia al juicio por malversación y prevaricación al cual se tiene que enfrentar a finales de junio. La Fiscalía pide para él 6 años de prisión y 27 de inhabilitación por haber creado un cargo de confianza como asesor a Lluís Escolà, un exescolta del presidente Carles Puigdemont. Este mosso también está acusado y piden para él 4 años de prisión, acusado de prevaricación y malversación de fondos públicos. Buch, con todo, ha asegurado que no tiene miedo y ha insistido en que lo volvería a contratar como asesor, ya que considera que era importante que en el paso de alcalde a conseller del Interior contara con personas que sabían más de los temas que tenía que tratar. "Me interesaba una visión policial y Lluís Escolà me lo ofrecía", ha resumido