La consellera de Presidència, Meritxell Budó (Barcelona, 1969), explica en una entrevista a ElNacional.cat como ha observado la evolución del coronavirus y la situación política durante estos dos meses desde un Palau de la Generalitat extrañamente vacío. El gabinete de Presidència se concentra en un extremo del Pati dels Tarongers, muy cerca de la Sala Torres García. Budó y su equipo más cercano, el jefe de gabinete, Jordi Cabrafiga, el director general de comunicación, Jaume Clotet, y la jefa de la Oficina de Comunicación, Rosa Maria Mestres, han seguido la crisis desde una enorme sala de reuniones, la misma que en otros tiempos había acogido las sesiones del Consell Executiu y que todavía hoy conserva una gran mesa redonda que estos días no han abandonado ni para comer.

Jaume Clotet (izquierda), Meritxell Budó (centro) y Jordi Cabrafiga (derecha), en el departamento de Presidencia del Palau de la Generalitat. / Foto: Sergi Alcázar

¿Cómo han vivido estos dos meses de confinamiento?
Intensamente. Hemos estado aquí cada día. Con momentos duros.

¿Cuál ha sido el peor momento?
Los más duros, la época a finales de marzo, principios de abril, con un número de defunciones elevadísimo, con nuestras personas mayores como el colectivo más vulnerable, en las residencias, sufriendo y muriendo, también a veces en soledad. Todos directa o indirectamente lo hemos sufrido en nuestras familias y, por lo tanto, sabemos de qué estamos hablando.

¿Algún contrapeso en estos días más oscuros?
Ha habido momentos de dificultad, a veces de impotencia. Hemos sufrido el colapso del sistema sanitario con todo lo que eso representa, pero al mismo tiempo hemos sido capaces como país en momentos de más dificultad de cambiar la realidad. Pongo como ejemplo las empresas que, de manera rápida y muy eficiente, transformaron su actividad productiva para poder fabricar elementos que eran necesarios para hacer frente a la pandémica, respiradores, batas, mascarillas... Esto ha sacado lo mejor de nuestra sociedad y creo que es importante ponerlo en valor.

Foto: Sergi Alcàzar

Toda esta situación llegó justo cuando el president ya había acusado públicamente de desleales a los socios de ERC y había dado por acabada la legislatura. ¿Cómo ha funcionado la relación con los republicanos en el Govern?
Nos hemos encontrado haciendo frente a una pandemia que no nos esperábamos, de una magnitud del todo imprevisible. Todos nos hemos arremangado y nos hemos puesto a remar para salir. Como Govern estamos centrados en superar la pandemia, afrontar una crisis que es sanitaria, pero que también es y será económica y social, con unos retos como sociedad importantísimos.

Pero las chispas entre los socios siguen saltando. La oposición ha pedido en el Parlament una comisión de investigación sobre las residencias, que están bajo la batuta de ERC, primero en Treball y ahora en Salut, y JxCat ya ha anunciado que votará a favor...
Como Govern siempre hemos dicho que hay que comparecer para dar explicaciones, si los grupos del Parlament así lo consideran y quieren investigar la actuación del ejecutivo. Es importante por transparencia. Me parece del todo positivo.

Lo habían hablado con ERC que apoyarían esta comisión, porque parece que la noticia ha provocado malestar.
De hecho, nosotros estas decisiones las dejamos en el ámbito de los partidos. Y es allí donde se toman. Como Govern, insisto, transparencia, la verdad y rendir cuentas a la ciudadanía y al Parlament. Y la prueba está en que el president Torra ha pedido comparecer para dar explicaciones.

Pero lo que se pide a ERC no es una comparecencia, es una comisión de investigación.
Es uno de los mecanismos parlamentarios. Y nosotros tenemos que respetar los mecanismos parlamentarios y las formaciones políticas tienen derecho a pedirlo.

¿Qué se tendría que haber hecho con las residencias?
Esta crisis sanitaria ha sido nueva no sólo en Catalunya sino para todo el mundo. Las residencias son un colectivo vulnerable y probablemente no se reaccionó lo suficientemente a tiempo a la hora de prohibir las visitas o dotar de material de protección a los trabajadores... Tenemos que ser capaces también de poder hacer autocrítica. Cuando vimos que había que redimensionar el trabajo de las residencias a nivel de Salut hicimos este cambio, que ha sido positivo.

Hablar ahora de elecciones es de una irresponsabilidad política importante o que sólo interesa hacer política partidista

Los últimos días están saliendo en tromba los máximos dirigentes de JxCat para explicar que no es el momento de convocar elecciones, aunque Torra había anunciado que haría la convocatoria una vez se aprobaran los presupuestos...
Eso fue antes de la pandemia. Ahora, más que nunca, necesitamos un gobierno fuerte, centrado en la crisis, y nos da la impresión que hablar de elecciones demuestra una irresponsabilidad política importante, o que sólo interesa hacer política partidista. No es momento de hablar de elecciones, no podemos estar medio año inmersos en un proceso electoral, desde la convocatoria hasta la constitución del nuevo gobierno. Tendríamos durante todo este tiempo un gobierno en funciones cuando lo que se requiere es un gobierno fuerte, que pueda tomar todas aquellas decisiones que la ciudadanía pide. Este debate no está en la ciudadanía.

En Euskadi las quieren convocar ahora en julio. ¿Son unos irresponsables?
Nosotros desde Catalunya entendemos que lo que necesitamos es centrarnos en resolver esta crisis sanitaria, económica y social, y cuando sea el momento, porque tampoco hablamos de perpetuarnos en el gobierno eternamente, se abordará.

También hay quien hace la lectura de que JxCat piensa que le beneficia más no convocarlas ahora.
No estamos pensando en política de partidos. Estamos concentrados en la solución de esta crisis. Tenemos muchos retos y lo tenemos que hacer junto con los socios de gobierno y entre todos estar a la altura.

Pero, el president Torra está pendiente de que el Supremo confirme su inhabilitación. ¿Qué pasará si lo inhabilita?
Nosotros confiamos que se admita a trámite el recurso que presentamos y, si no, paso a paso iremos abordando las diferentes realidades.

Foto: Sergi Alcàzar

Hay diferentes escenarios ante una posible inhabilitación de Torra. Ni pensamos en uno solo ni descartamos ninguno

Si se inhabilita al president, el vicepresident, Pere Aragonés, tendría que asumir su responsabilidad, habría que buscar a un candidato a la presidencia.
Hay diferentes escenarios. La ley los prevé. Nosotros ni pensamos en uno solo ni descartamos ninguno.

¿Por lo tanto, tienen previsto que tendrían que plantear un nuevo candidato para asumir la presidencia?
Este sería uno de los escenarios, que estaría sobre la mesa. Pero insisto. Estamos centrados hoy por hoy en la gestión de la Covid-19.

¿Tienen, por lo tanto, pensado quien tendría que asumir la presidencia?
Eso, cuando pase, si es que tiene que pasar, lo decidirá el espacio político de JxCat.

¿Y tienen el compromiso de ERC que aceptará nombrar un presidente de JxCat?
Me consta que ha habido estas conversaciones en este sentido y, por lo tanto, es uno de los otros escenarios posibles. Pero, repito, hay muchos. Y ahora no es el momento de avanzarlos.

¿Otra posibilidad sería un cambio de gobierno antes de la inhabilitación?
Nosotros esperamos y confiamos que se acepte el recurso presentado por el president Torra. E iremos siguiendo los acontecimientos.Pero, en cualquier caso, en estos escenarios se plantea alguna salida para que no sea el Tribunal Supremo quien provoque convocar las elecciones. ¿Es decir, que aunque el Supremo inhabilite al president eso se podría superar sin hacer elecciones.?
La inhabilitación comporta ciertos cambios que tendría que haber y hay mecanismos para abordarlos. Ni pensamos en ninguno en concreto ni descartamos ninguno.

¿En qué momento se podrían dar las circunstancias para convocar elecciones?
En este momento no le puedo decir porque justo estamos iniciando la fase de desescalada del confinamiento. No podemos pensar qué puede pasar dentro de tres o seis meses. Todavía estamos centrados en este combate contra la pandemia. No sabemos de cuántos meses estamos hablando.

¿Le sorprendió que Oriol Junqueras pidiera públicamente la convocatoria?
En el Govern estamos centrados en resolver la crisis...

La crisis sanitaria también estalló en un momento en que el PDeCAT estaba en un proceso de confluencia con JxCAT.
Era un tema que iba avanzando, pero también ha quedado parado por la crisis sanitaria. Hay un trabajo hecho que nos conducía hacia el paraguas de JxCat. Cuando sea el momento de poder reanudarlo, seguiremos.

De hecho, ya antes de la pandemia parecía que este proceso estaba bloqueado.
Había trabajo avanzado.

Pero el PDeCAT había dejado clara su reticencia a disolverse dentro de JxCat, exigían mantener su perfil como partido, cuotas dentro de JxCat.
Había un trabajo hecho y consensuado. Otra cosa es que haya voces del PDeCAT que lo vean mejor o peor.

¿El PDeCAT aceptaba renunciar a su propia identidad y a su peso como partido?
Había mucho trabajo avanzado.

¿El discurso que pronuncia la dirección del partido en relación a este tema responde a lo que piensan las bases?
La mayoría de las bases del PDeCAT están porque todos andemos hacia JxCat. Electoralmente, lo hemos hecho en todas las últimas elecciones, en las europeas, las municipales, en las generales y en las catalanas. No tiene ningún sentido que no continuemos en esta línea. Territorialmente está muy asentado que este espacio político se tiene que arreglar.

Carles Puigdemont ha defendido sin ambages ir hacia esta confluencia mientras la dirección del PDeCAT muestra reticencias. En un momento dado se llegó a hablar incluso de un riesgo de ruptura...
El liderazgo del presidente Puigdemont es incuestionable. Eso lo comparten las bases de nuestro partido y los diferentes cargos electos.

¿Y Usted qué modelo de partido defiende?
Personalmente pienso que los diferentes sectores que forman parte de JxCat, porque no sólo es PDeCAT, hay independientes y hay diferentes corrientes que han ido a confluir en este espacio, tenemos que acabar ordenandonos en este espacio que, en mi opinión, se tiene que acabar convirtiendo en una formación política.

JxCat ha de convertirse en una formación política y el PDeCAT se tendría que disolver dentro

¿Y disolverse el PDeCAT dentro?
Mi opinión es que el PDeCAT tendría que pasar a formar parte de esta formación política, sí.

¿Y si el PDeCAT no lo aceptara?
En todo caso, estaría a discusión de las bases, que tienen que acabar de decidir. Este trabajo previo se ha hecho y estoy segura de que la propuesta que salga será la que habremos consensuado entre todos y, por lo tanto, será la mejor solución.

¿En qué momento se tiene que concretar?
Teníamos previsto que fuera esta primavera. Pero veremos cuando se podrá hacer.

Foto: Sergi Alcàzar

¿Teme que si finalmente el PDeCAT se acaba disolvientdo dentro de JxCAT haya gente que no lo acepte y provoque una escisión?

Lo desconozco. Precisamente se ha ido trabajando poco a poco para evitarlo. A veces cuando haces un arreglo así pierdes algún efectivo. Pienso que sería muy minoritario.

¿De momento ya ha aparecido una formación, el Partit Nacionalista de Catalunya, con dirigentes críticos como Marta Pascal o Carles Campuzano?
Tampoco es la primera vez que nos encontramos con un hecho de estas características. Ha habido otros momentos en que ha habido escisiones y tampoco electoralmente han acabado de funcionar solos. Muchos de ellos han acabado de la mano del PSC.

Si hay esta condena por el cas Palau y se ha probado que ha habido estos delitos, ¿qué quiere que le diga? Quién la hace la paga

El PDeCAT tiene que hacer frente también a la ratificación de la condena del cas Palau...
Yo en este sentido lo que le puedo decir es que si esto ha sido así. Si hay esta condena y se ha probado que ha habido estos delitos, ¿qué quiere que le diga? Quién la hace la paga. Sin embargo, no hay que poner a todo el mundo en el mismo saco. Hay muchísima, muchísima, muchísima personas honestas, tanto en el PDeCAT como en el espacio de JxCat, que estamos trabajando para este país desde los pueblos y ciudades más pequeños de Catalunya, gente que se está dejando la piel para que sus municipios salgan adelante. No querría de ninguna manera que se pusiera a todo el mundo en el mismo saco. Quien la hace la paga pero que en ningún caso eso represente una mancha para los miles y miles de personas que en este país están trabajando y luchando por sus pueblos y por la libertad de Catalunya, y de manera altruista la mayoría.

¿Qué tendría que hacer el PDeCAT? De momento, el PDeCAT, que surgió de la refundación de CDC, se desentiende del tema.
Obviamente estas son herencias del pasado. El PDeCAT como tal no lo ha vivido. Le han venido heredadas. Entiendo de la dificultad de la gestión de esta realidad. Ahora bien, creo que tenemos que salir a explicar que denunciamos todo aquello que se haya hecho mal. Que, por lo tanto, quien la hace la paga. Y quién tiene que asumir las responsabilidades, las asuma, porque en política la honestidad es muy importante y tenemos que reivindicar que la mayoría de las personas que se dedican a ella lo hacen de manera honesta. A veces, algunos casos ensucian un trabajo que es digno, pero que sobre todo es necesaria para la democracia, como es la política. Que una cosa no ensucie la realidad, que es que miles y miles de personas trabajan de manera honesta por los derechos y las libertades del país.

Pues, esta condena afecta a quien fue tesorero de CDC Daniel Osàcar con una pena de prisión y CDC tiene que devolver 6,6 millones de euros por el espolio del Palau...
Yo ya he dicho lo que tenía que decir.

En la candidatura que presentemos para las elecciones catalanas, el president Puigdemont tiene que tener un papel relevante e importante

En medio de este debate sobre la confluència de partidos, JxCat tiene otro debate que es el del candidato. Antes de que empezara la crisis del coronavirus, hubo una especie de carrera en que había dirigentes del partido que se proponían como candidatos de JxCat...
Estoy muy satisfecha porque precisamente en JxCat hay muchísima gente con capacidades para poder liderar este proyecto político. Será el espacio político quien tiene que acabar decidiendo quién es el candidato. Para mí, personalmente, cuándo sea el momento en esta nueva candidatura que presentaremos para las elecciones catalanas, el presidente Puigdemont tiene que tener un papel relevante e importante.

¿Podría volver a ser el cabeza de lista al Parlament?
Eso lo decidirá el espacio político, y él, obviamente.

¿En esta línea de salida que hay para ser cabeza de lista, usted participa?
No, no. Yo no estoy jugando a esta carrera. Estoy muy cómoda formando parte de este espacio político. Sigo haciendo mi trabajo. Estando a disposición del president y el partido.

¿En qué momento cree que Barcelona y la región metropolitana podrá pasar a fase 1? ¿Lo están valorando ya el Procicat?
Lo estamos trabajando. Este jueves hemos anunciado esta evolución de la fase 0 a MetroNord, MetroSud y ciudad de Barcelona. Por densidad de la población, por tamaño de las ciudades, movilidad, no nos hacía pensar que pudiéramos pasar ya a fase 1, pero sí evolucionar con ciertas medidas, como comprar sin cita previa en las tiendas, o ceremonias de culto, o préstamo de libros en las bibliotecas. Tenemos que ver cómo evoluciona.

El desconfinamiento está resultando también muy complicado...
Es verdad que el lunes en ciertos territorios que empezaban a pasar a fase 1 vimos algunas imágenes que no acompañaban. Sobre todo en el tema de las terrazas. Tenemos que hacerlo poco a poco para evitar que este trabajo de tantas semanas de confinamiento retroceda.

¿Pero no hay un horizonte más concreto en el calendario?
Estos próximos quince días iremos avanzando en esta toma de decisiones, puede ser que a finales de mayo, estas zonas que están en fase 0 ya estén en fase 1 y otros de fase 1 ya estén en fase 2.

Foto: Sergi Alcàzar

Si en un primer momento hubo la voluntad de poner por delante la salud, a medida que ha avanzado la crisis, la vertiente económica está pesando cada vez más. En el caso de Madrid se ha visto muy claramente, ¿también en Catalunya?
Pues no. Desde el Govern de Catalunya siempre hemos pensado que había que ir desconfinando, al igual como planteamos el confinamiento, bajo criterios epidemiológicos, médicos, de expertos. Por eso lo hacemos de manera gradual y poco a poco.

Desde Madrid ha llegado monólogos e imposición, con las competencias prestadas y teniendo que pedir permiso para ir desescalando.

¿La coordinación con Madrid cómo funciona?
Coordinación no ha habido. Siempre hemos denunciado que ha sido un diálogo unilateral, de imposición. Cada vez que ha habido una conferencia de presidentes, el presidente Sánchez ha anunciado antes lo que diría a través de los medios. No ha habido un trabajo conjunto. Al contrario, ha sido unidireccional, monólogos e imposición. Se ha aceptado la unidad territorial que hemos propuesto para hacer el desconfinamiento y parece que se nos irán aceptando las medidas que pensamos que son las mejores. Ahora bien, seguimos igual. Con las competencias arrebatadas y teniendo que pedir permiso cada vez que queremos proponer lo que consideramos que tienen que ser las medidas para ir desescalando.

En cambio han aparecido informaciones que apuntan que el vicepresident, Pere Aragonès, sí mantiene contactos con la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo...
El vicepresident del gobierno, como tal, no nos ha informado de que haya tenido conversaciones. Otra cosa es que a nivel de partidos políticos se hablen, pero oficialmente, como vicepresident, no me constan estas conversaciones.

El president ha asegurado que no habrá recortes para responder a la crisis que está creando la pandemia, pero, de hecho, los presupuestos que ha aprobado el Govern no llegaban a revertir el efecto de los recortes del 2008.
Los presupuestos del 2020 tienen un techo de gasto de 3.000 millones de euros más elevado que los del 2017. Pero con esta crisis tenemos otra realidad: con el gasto sobrevenido más los ingresos que no recibiremos, porque el frenazo de la actividad provocará unos menores ingresos. Eso se traducirá en 4.000 millones de euros que necesitará el Govern para afrontar la crisis sanitaria. No es una crisis de endeudamiento. No creemos que las políticas de recortes y austeridad sean las que den la respuesta que el país necesita. Necesitamos que el Govern nos inyecte liquidez y una flexibilización del déficit, que no se quede toda la capacidad de generar déficit el Gobierno español. Recordemos, además que Catalunya, sufre un déficit fiscal estructural de 16.000 millones el año y eso también algún día se tendrá que abordar.

Esta semana, el conseller de Treball ha anunciado que los 20 millones destinados a las ayudas de 200 euros para las familias se ha agotado ya.
De hecho, el segundo día ya habíamos recibido 80.000 peticiones. La ciudadanía en estos momentos pide que demos respuesta a estas realidades. Como los ERTE. Parece mentira que desde el mes de marzo haya familias que llevan dos meses sin ningún ingreso porque no se han resuelto los ERTE. También pedimos que por parte del gobierno del Estado español se aceleren estas resoluciones, y que se dé respuesta a empresas y autónomos en dificultades.

Los presos políticos han estado encerrados en las prisiones desde el primer día de la pandemia. Hasta el final no han recuperado las salidas del 100.2. ¿Cree que el Gobierno lo ha hecho lo suficientemente bien, teniendo en cuenta que esta decisión depende de la Conselleria de Justícia?
Desde Naciones Unidas vimos cómo se pedía que presos de conciencia, presos políticos pudieran pasar este confinamiento en su casa, a mí me habría gustado que hubieran podido pasar esta pandemia en su casa.

Habríamos podido plantear más flexibilidad con los presos políticos, teniendo en cuenta las recomendaciones de Naciones Unidas

¿El Govern ha hecho todo lo que podía?
Personalmente, creo que habríamos podido plantearlo con más flexibilidad, teniendo en cuenta las recomendaciones que se hacían desde Naciones Unidas y en estos casos concretos.

En plena crisis también ha tenido que hacer frente a una polémica en la Garriga. Ha habido concejales que han abandonado el grupo municipal de JxCat denunciando injerencias por su parte, afirman que fomenta "odio" hacia ERC.
Todo eso no sólo es falso sino que hace más de un año, cuando dejé la alcaldía para venir a la Conselleria de Presidència, abandoné la política local. Entendía que era el momento en que dejaba la alcaldía, venía para acá y dejaba paso a nuevos liderazgos, me tenía que apartar, y eso es lo que hice. Este último año y dos meses no he estado ni al frente ni centrada en la política local de la Garriga. Me consta que estas declaraciones las han retirado y las han corregido porque era todo falso y no era así. Porque yo he quedado apartada de la política local. Todas estas acusaciones son falsas. Me consta que se han retirado y corregido.

Foto: Sergi Alcàzar