La portavoz del Govern en funciones, Meritxell Budó, asegura que con los datos de la Covid-19 en Catalunya actuales, no habría que prever limitar el toque de queda nocturno si se levanta el estado de alarma. Ahora bien, sí se trabaja en la aprobación de una normativa que pudiera ser de aplicación inmediata si hiciera falta: "En el momento que estamos ahora, nos hace pensar que si el Estado levanta el estado de alarma, no necesitaremos aplicar medidas adicionales, sólo si los datos continúan como ahora", ha dicho en declaraciones a TVE.
Las UCI en Catalunya continúan por debajo de los 500 pacientes ingresados por coronavirus y la cifra de contagios tampoco pasa de los 1.000, según el Departament de Salut. Esta bajada lenta pero progresiva favorece el escenario que dibuja Budó pero también influye "la semana importante para la vacunación" en la que nos encontramos con la llegada de nuevas dosis que favorecerán que el 80% de los colectivos de más edad ya hayan recibido la inoculación de las vacunas correspondientes.
Por eso, considera que todas las restricciones, ahora mismo, están sobre la mesa: "Todo aquello que no sea esencial alargar, no lo alargaremos. Más allá de la movilidad, también hay otras medidas que tenemos que ir revisando". A modo de ejemplo, las cenas se harán siguiendo los criterios actuales que se aplican para las comidas: "En interior o exterior con las medidas ahora decretadas.Tiene que poder pasar lo mismo por las noches que por las mañanas".
A pesar de todo, el Govern trabaja para poder cambiar el rumbo si el escenario se complica: "En julio del 2020 ya aprobamos un decreto ley que nos permitió algunas medidas con el aval final de un juez. Ahora, estamos trabajando en otro documento que mañana lo aprobaríamos en el Govern. Los datos están en un pequeño descenso". Ahora bien, recuerda que estas limitaciones, como el toque de queda nocturno, "tienen que tener un paraguas legal" ya que "son una medida excepcional". Lo que quieren es asegurarse "un marco normativo necesario".
Para sacar adelante restricciones como el toque de queda o los confinamientos, hasta ahora amparados por el estado de alarma, hará falta el aval del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya. La Generalitat cree que este proceso ralentizará la toma de decisiones y calcula que, cuando se acuerden nuevas medidas, harán falta como mínimo tres días antes de poder aplicarlas.
En clave de Govern
Con la cuenta atrás en el calendario para formar legislatura, la portavoz en funciones del Govern confía en un pacto final con Esquerra: "Daré mi opinión. Personalmente creo que Junts es una formación con vocación de govern y por lo tanto creo que tenemos que estar en la próxima legislatura, evidentemente".
Por otra parte, Budó subraya que desconoce qué papel tendrá ella, a nivel personal, si se acaba constituyendo pero pone en valor que lo más relevante es un acuerdo: "La mesa de diálogo no es una estrategia de Junts, por lo tanto se tiene que trabajar un buen acuerdo. ¿Qué pasará en el caso de no diálogo del estado español? Tenemos una ley de amnistía sobre la mesa de la que tampoco han querido ni hablar", sentencia.