A las puertas de la sentencia del 1-O, el Govern de la Generalitat ha querido enviar un mensaje desde Madrid: de la gestión del conflicto catalán dependerá el futuro de España. "Formalmente es un Estado democrático, pero corre el riesgo de dejar de serlo si no deja que los catalanes decidamos democráticamente", ha advertido la portavoz Meritxell Budó. "Hasta que no se resuelva el conflicto, difícilmente se conseguirá la estabilidad en España", ha remachado la consellera de la Presidència, que ha reclamado la necesidad de formar un gobierno en el Estado para poder reanudar el diálogo.
El escenario ha sido la sala de columnas del Círculo de Bellas Artes de la capital del Estado, donde este jueves se ha celebrado el acto institucional de la Diada. Lo ha hecho con la presencia de la portavoz del Govern y consellera de la Presidència, del delegado de la Generalitat en Madrid, Gorka Knörr, los portavoces de ERC y JxCat en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián y Laura Borràs, así como otros diputados. También el periodista Antoni Bassas, que ha realizado una conferencia.
La consellera de la Presidència no ha rehuido la situación actual, y ha defendido la "necesidad de que se constituya un gobierno" para hacer frente a los retos que tiene el estado español, empezando por Catalunya. Ha defendido la necesidad de reanudar el diálogo interrumpido entre el Estado y la Generalitat. "Nos negamos a creer que esta situación no pueda tener una solución dialogada", ha asegurado. "En el diálogo nos encontrarán siempre, pero en la defensa de nuestros derechos, libertades y realidad nacional también", ha añadido.
En este sentido, Budó ha vuelto a situar el referéndum como herramienta de resolución del conflicto, y ha sostenido que dentro de la Constitución hay "mecanismos que permiten hacerlo legal y acordado". En este punto, la portavoz del Govern se ha preguntado: "¿Qué es más importante, la democracia o la unidad de España? ¿Vale todo para erradicar nuestra voluntad de decidir democráticamente nuestro futuro?".
Budó también se ha referido a la manifestación de la Diada que volvió a llenar el centro de Barcelona, a pesar de la guerra de cifras habitual. "Yo me pregunto: ¿cuántos países son capaces de movilizar centenares de miles de personas durante ocho años consecutivos?", se ha interrogado. "Nosotros en Catalunya no tenemos ningún miedo a contarnos. Es lo que siempre hemos planteado", ha afirmado. Ha advertido que "evitar hablar de los problemas no hace que desaparezcan".
Por su parte, el delegado del Govern en Madrid, Gorka Knörr, ha avisado una vez más de que en Catalunya no hay un "problema de convivencia", sino un "conflicto político" que ahora, además, cuenta con presos políticos, exiliados e investigados. Es por eso que ha instado a los gobernantes del Estado a reconocer la naturaleza del conflicto.