En el marco de la filtración periodística más importante de la historia en la investigación internacional bautizada como "los papeles de Panamá", las últimas informaciones apuntan a que el bufete catalán G. Pretus proporcionó en torno a medio centenar de clientes al despacho panameño Mossack Fonseca con el fin de intentar crear sociedades offshore en Panamá u otros paraísos fiscales. Fue precisamente en Londres donde Gabriel Pretus Becerra, fundador del despacho familiar fundado en Barcelona, y Fonseca pasaron a sacar provecho de su amistad con el objetivo de domiciliar grandes fortunas en la capital británica y en Portugal, según ha podido saber La Vanguardia.

Entre algunos de sus clientes de mayor renombre aparecen el propietario de Burberry en España, Eugenio Mora, que protagonizó la regulación fiscal mayor de la historia de España gracias al pago de 27 millones a las arcas de Hacienda. O el presidente de Damm y consejero de Gas Natural, Demetrio Carceller Arce, que se vio involucrado en un presunto macrofraude fiscal.