Cabassers recuperará el topónimo en catalán, después de varios años de presión vecinal, social y política. Así lo ha anunciado recientemente el ayuntamiento del municipio del Priorat, que abandonará el nombre oficial hasta ahora (pero no normativo): Cabacés, una imposición franquista. Fue el viernes pasado cuando los grupos políticos Independents per Cabacés y Junts per Cabassers decidieron conjuntamente emprender el procedimiento para la corrección ortográfica del topónimo. Una vez se haya corregido, ¿qué municipios catalanes quedarán con nombres no normativo?

En Catalunya quedarán ocho nombres de municipios que presentan una denominación oficial en que no sigue la normativa lingüística del Institut d'Estudis Catalans (IEC) o la tradición toponomástica, tal como recoge la plataforma Cabassers.org —que tiene el objetivo de recuperar los topónimos en catalán—. Además, quedan tres que también son imposiciones franquistas:

  • Campany (Alt Empordà), la forma oficial del cual todavía es Capmany (imposición franquista).
  • Figueró i Montmany (Vallès Oriental), cuya forma oficial todavía es Figaró-Montmany.
  • Lledó d'Empordà (Alt Empordà), la forma oficial del cual todavía es Lladó (imposición franquista).
  • Maçanes (Selva), cuya forma oficial todavía es Massanes.
  • Navars (Bages), cuya forma oficial todavía es Navàs.
  • Rialb (Pallars Sobirà), cuya forma oficial todavía es Rialp (imposición franquista).
  • Terrassola i Lavit (Alt Penedès), cuya forma oficial todavía es Torrelavit.
  • Vulpellac, Fonteta y Peratallada (Baix Empordà), la forma oficial del cual todavía es Forallac.

De Cabacés a Cabassers

Ahora, Cabassers iniciará el procedimiento para abandonar esta lista. Según recuerda Cabassers.org, la forma "Cabacés" fue la forma oficial del municipio antes de que Pompeu Fabra normativizara la lengua. En 1933, la Generalitat la corrigió por la forma que se adapta a la ortografía catalana y a la etimología del nombre. Pero el franquismo, en 1939, volvió a utilizar "Cabacés" como forma oficial hasta 1983, cuando la Generalitat recuperó la grafía genuina. Sin embargo, el ayuntamiento pidió en 1985 recuperar la forma incorrecta, cosa que se oficializó en 1989.

El ayuntamiento comunicó la decisión a los vecinos viernes pasado y reconoció que "los grupos políticos, en el pasado, no supieron actuar de manera adecuada en la gestión de este tema, y el hecho de no dar una solución a la situación ha provocado alargar el malestar en el tiempo". "Es por esto que, ahora, el ayuntamiento entero reconoce que la única forma correcta del topónimo es la de la ortografía estrictamente catalana: Cabassers, y que se tiene que oficializar en cumplimiento de la Ley 1/1998 de Política Lingüística y de la Memoria Democrática, y por esto asume la obligación y la urgencia de iniciar el expediente para hacer oficial la forma legal del topónimo Cabassers, con el objetivo de preservar nuestra identidad y su rica herencia cultural catalana", explicó. El artículo 18.1 de la mencionada ley establece que "los topónimos de Catalunya tienen como una forma oficial la catalana, de acuerdo con la normativa lingüística del Institut d'Estudis Catalans".

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