Minutos después de que el presidente español, Mariano Rajoy, haya anunciado la liquidación del autogobierno de Catalunya, los ciudadanos han respondido con una fuerte cacerolada de protesta que se ha oído en muchos barrios de Barcelona y en otras ciudades como Girona.
A esta espontánea protesta, también se han sumado muchos vehículos que han hecho sonar sus cláxones por las calles de la capital catalana. Hasta ahora, las multitudinarias caceroladas que habían tenido lugar habían sido convocadas a las 10 de la noche, tanto por la condena a la violencia del 1-O como por el encarcelamiento de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart.
Así han hecho sentir su indignación los vecinos de Girona: