Más de 100.000 personas han cubierto los 202 km de la cadena humana que ha unido San Sebastián, Bilbao y Vitoria con el fin de reconocer el derecho a decidir del pueblo vasco. El acto ha sido organizado por plataforma Gure Esku Dago (El futuro está en nuestras manos). A pesar de que en algunas zonas rurales los manifestantes tenían que recurrir a pañuelos para cubrir todo el espacio de la cadena, en los centros urbanos la presencia ha sido masiva. Mil autobuses han llevado a los asistentes a sus puntos de la cadena, y 500 voluntarios han colaborado en la organización de la movilización.
La portavoz de EH-Bildu en el Parlamento vasco, Maddalen Iriarte, ha declarado en Vitoria que espera que los responsables políticos "no cierren los ojos a los millares de ciudadanos vascos que han salido hoy a la calle". También el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, del PNV, ha afirmado que "el pueblo vasco tiene derecho a decidir su futuro con total libertad" y ha recordado que el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Culturales y Sociales de Naciones Unidas recoge, en su primer artículo, que "todos los pueblos tienen derecho a decidir libremente su futuro".
En esta protesta han participado, de forma diferenciada, los pensionistas vascos, que tenían algunos tramos de la cadena reservados. También ha habido algunos espacios dedicados a los jóvenes de Altsasu, y a los presos políticos catalanes. En el acto han estado presentes los exlehendakaris Juan José Ibarretxe y Carlos Garaikoetxea, los alcaldes de las tres capitales vascas, los diputados generales de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa, y el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi.